¿Ahora si me amas? (Cameron Boyce y tu)

Cine

-¡Cine! ¡cine! ¡cine!- grito mientras doy saltitos.-¡CINE!

-¡Como no te calles de una puta vez te meto un zapato en la boca!

-¡Cine!- susurro gritando.

Nat me fulmina con la mirada.

Llegamos al cine pero, mierda, hay una fila muy larga.

-¡¿Por qué mundo cruel, por qué?!- grito dramáticamente mirando al techo y empiezo a llorar falsamente.

-¿Por qué mierda hay filas tan largas hoy?- pregunta Nat frunciendo el ceño.-¿Y por qué siempre nos toca al final?

-¡Es el karma! ¡Te dije que debias haberle pedido perdón a esa abuelita a la que le robaste el pan!- grito y comienzo a falsamente llorar más fuerte.

-¡No me jodas! ¡Esa vieja parecía una puta ninja!- se cruza de brazos.-¡Además me mordió! ¡Y ni siquiera tenía la dentadura puesta!

Me rio.

-Es verdad- digo recordando lo que sucedió aquel día.-Se le cayó del bolso mientras te azotaba con él. Luego se la robamos.

-La metí en la pecera. Creo que mi tortuga se murió.

-Oh- suspiro.-Me gustaba tu tortuga.

Las dos nos miramos tristemente.

-¿Te acuerdas cuando hacíamos carreras de tortugas y como tú no tenías una saltábamos a la casa del vecino y le robabamos la suya?- dice Nat y empieza llorar.

-¿Te acuerdas cuando, sin querer, la tiré por la ventana y creíamos que se había muerto, así que pensamos en cambiarla por la del vecino para que tus padres no se dieran cuenta y no nos matesen?- continúo y comienzo a llorar yo también.

-¿Te acuerdas cuando pensamos que se quedó embarazada por culpa de la otra tortuga y tú me explicaste no se qué mierdas de que las tortugas ponen huevos y no paren el bebé como los humanos?

Los dos nos abrazamos y lloramos más fuerte.

Todos en la fila nos miran raro.

Nat para de llorar y me mira seria.

-Aunque creo que el otro día la vi moverse.

-Deberías darle de comer- me encogo de hombros.- Así, a lo mejor, te dura hasta el verano.

Nat mira hacia el frente y frunce el ceño.

-¿Es ese Cameron?- pregunta.

-¡¿Dónde?!- grito.- ¡¿Estoy guapa?! ¡¿Se me ve sexi?! ¡¿Me huele el aliento?!

Empieza a reírse.

-Era broma, tonta- dice y se ríe.- No, espera, que sí que está aquí- abre la boca y señala a un chico, Cameron, que se acerca a nosotras.- Al final resulta que soy adivina o algo. Siempre supe que tenia súper poderes ¡Jódete mamá!

-Cállate que se acerca- digo susurrando.-¡Modo roca!- grito, las dos nos tiramos al suelo y nos hacemos una bolita intentando ser rocas.

Pero no somos rocas y Cameron no es tonto así que nos ve.

Este truco funciona mucho mejor en la montaña, te camuflas con las otras rocas.

-Eh, chicas...- dice Cameron.- Intentaré no sonar muy directo. ¿Por qué parecéis bolitas?

-Shhh- murmura Nat.-Estamos intentando escondernos de Cameron.

-Ehhh...Nat- la llamo.

Ella levanta la cabeza y al ver a Cameron abre mucho los ojos.

-Santa mierda...yo...eh...¡Me refería a Cameron Dallas!- pone cara de confusión.-No, espera, yo quiero casarme con Cameron Dallas. Me refería a...

-¿A mi?

-Exacto- dice y sonríe.

-¡Nat!- la fulmino con la mirada.

-¿Qué? Me he cansado de intentarlo. Además no es tonto.

-¿Y por qué os escondíais de mi?- pregunta y se cruza de brazos.

-Es una larga historia- digo y me levanto.

-Yo te lo resumo: mi tortuga es inmortal- dice Nat y la ayudo a levantarse.

Cameron nos mira con la boca abierta y cara de confusión, seguramente porque no entiende una mierda.

Nosotras le miramos y le sonreímos como si fuésemos angelitos caídos del infierno.

-Bueno...- dice.-He venido con Karan a ver una peli y se me ha ocurrido que podriamos verla los cuatro juntos.

-Claro- respondo.

-Espera- dice Nat.- ¿Karan? ¿Karan Brar? ¿El Karan Brar que sale contigo en Jessie?- los ojos le brillan y un poco de saliva le cae por la barbilla.- ¿Ese Karan?

Él se ríe.

-¿A qué otro Karan conoces?- responde.

-A ningún otro- dice y sale corriendo hacia donde creo que está Karan.

-Tu amiga está un poco loca- murmura Cameron rascándose la nuca.

-Dicen que yo soy la más normal de las dos- me enconjo de hombros.- Luego les cuento todas las locuras que hemos hecho y cuales de ellas fueron idea mía. Después de eso se alejan lentamente y no suelen acercarse más a mi. Aunque siempre me piden consejo al planear una broma, una trampa, un asesinato... Ya sabes, lo normal.

-¿Debería asustarme?- pregunta.

-Si me caes mal, sí.

-Oh- dice.- ¿Y yo te caigo mal?

Sonrio siniestramente y le miro a los ojos.

-En serio, ¿te caigo bien o mal?

Sigo sonriendo.

-No vas a responder, ¿verdad?

-Chico listo- respondo.

-Ahora tengo miedo.

Empiezo a reírme como una loca y me dirijo hacia donde se supone que están Nat y Karan.