Prólogo

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Castillos, sirvientes, una vida casi soñada de cuentos pero ¿qué era que esa última pieza del rompecabezas me faltaba? Acaso ¿me faltaba a mi padre en el cuál había fallecido hace unos quince años y tal vez sea esa última pieza que no me dejaba armar el rompecabezas o sería por encontrar a alguien que me quisiera vedaderamente como novia, como futura esposa y como futura madre de mis hijos?

Creo que mi verdadera y única pieza del rompecabezas estaba en frente de mis ojos en Los últimos años Cuando casi me ocupaba de los asuntos del pueblo, Pero que tonta que fuí ¿Cómo lo pude dejar ir?, ni yo misma me puedo explicar de como pude dejar a mi verdadero amor que estaba en frente de mis ojos, ¡¡que idiota fuí!! ¡¡Díos!!

Soy Blanca Julieta Benedice Di Cidrimordinirk, Una de Las Futuras Herederas de mi castillo y de mi reino, pero no me creo de que yo además de tener protadores, sirvientes y el personal doméstico de mi reino me hace superior a los demás, no no no no, creo que Además de tener y de vivir una vida llena de lujos me hace sentir en el fondo de micorazón de que no todo con dos aplausos o con un anuncio es felíz en mi vida.

Me refiero a que en lo más profundo de mi ser, a lo más profundo de mi corazón, Creo que ya estoy suficientemente grande como para seguir los protocolos de mi país.

Desde ahora y hasta en mis últimos días de vida junto con el hombre que se merece estar a mí lado, me voy a llamar Blanca Montiziel.

No Hay Novias Sin CoronasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora