Caminos cruzados. (CANCELADA :c)

¿Ustedes se conocen?

- Mingyu... ¿estás estudiando? - su madre adoptiva golpeó a la puerta unas dos veces antes de entrar con un té y un pastelillo en sus manos.

- Oh... Madre. - sonrió sin ganas y abrió el primer estúpido libro que encontró. - Me sorprendiste.

- No estudiabas ¿verdad? - la mujer notó el libro al revés. - ¿No estarás juntándote de nuevo con pandilleros? Hijo me preocupas.

Mingyu volvió a sonreír. - Para nada, mamá. Yo ya no hago esas cosas. No me gusta pelear... Solo estoy distraído.

- Es bueno oírlo de tus labios hijo. No te metas en problemas como antes. No quiero volver a mudarnos.- su madre quedó más tranquila con aquello y se fue de la habitación.

¿Cómo olvidarlo? Cuando tenía doce años era igual que el estúpido de Seungcheol. Lideraba un grupito de niños que molestaban a otros más débiles. Mingyu siempre fue muy temperamental, muy impulsivo. Nunca le gustó ser igual que los demás, el quería ser superior a todos. Se enojaba por todo y todo lo descargaba a los golpes. En el fondo él sabía que no quería herir a nadie, pero actuaba de esa forma para no sentirse herido y desplazado, justo como aquellos a los que molestaba.

Decidió dejar de pensar en aquello y ponerse a estudiar para el examen de matemáticas que se avecinaba. Sin llegar a notar cuando exactamente, el moreno cayó dormido sobre su libro.

La alarma sonó. ¿Cómo es que la pospuso tantas veces? ¡Eran las ocho de la mañana! Otro maldito día que empezaba mal. Se colocó su uniforme, arregló el desastre que tenía por cabello y salió sin siquiera beber un trago de agua, corriendo las veinte malditas calles que lo separaban de la institución en tiempo récord.

- Kim Mingyu... ¿no cree usted que está adoptando un mal hábito o sí?... Entiendo que es semana de exámenes pero debería saber que la nota de clase también cuenta. - lo regañó la profesora de matemáticas. - Puede pasar a su asiento. - Mingyu hizo una reverencia y obedeció bajo las risas de todos, quienes no prestaban la mínima atención en clases.

- Gracias por lo de ayer. - a penas se sentó pudo oír una voz profunda y algo baja.

- ¿Porqué me agradeces?

-Por no dejar que me meta en problemas. - dijo Wonwoo arqueando un lado de sus labios hacia arriba casi sonriendo.

- ¿Estás bien? Toda la escuela vio el video. - informó Mingyu.

- Eso explica porqué no dejan de mirarme. Pero está bien, ya no soy el mismo, cambiaré, como creo que tu lo hiciste. - el moreno no entendió a qué se debía aquel último comentario, pero prefirió no preguntar. Sonrió y se volteó para estudiar.

Las clases eran tan aburridas como siempre, tan aburridas que pasaron tan rápido como un caracol cruzando un parque. En el receso para almorzar, le hizo gesto con la cabeza a sus amigos y esperó a que Wonwoo terminase de guardar sus cosas para llevárselo casi arrastrando del brazo.

- No entiendo. ¿por qué me llevas? - Wonwoo no comprendía la repentina 'huida' hasta el comedor junto al moreno.

- Ahora que tienes el pasado expuesto, el idiota de Seungcheol no va a parar de joderte. - informó Seungkwan.

-¿Y eso a ustedes qué? - el pelinegro se soltó del agarre de Mingyu.

- Pues... Eres un compañero, me preocupo por ti. - insistió el peli azul.

- Nunca te preocupó nadie ¿y ahora te preocupas por mi? ¡No juegues Mingyu!... Una cosa es ayudarme con Jun ayer, pero no necesito tu preocupación falsa.

- Tengo curiosidad... ¿ustedes se conocen?... Digo, es raro que Mingyu se meta en asuntos de otros y es aun mas raro después de oír esto. - Jeonghan soltó lo que todos querían decir en ese momento.

- A decir verdad, conozco mejor a este bastardo que todos ustedes. ¿No, "Líder" Mingyu?.. - Wonwoo escupió una risita antes de irse tras Jun, dejando a todos con las preguntas bajo la lengua, incluido el moreno.

- ¿Qué es eso de líder, Mingyu?

- Yo ... No tengo idea... - Mingyu alzó los hombros. ¿Cómo había llegado Wonwoo a saber de su pasado? ¿A caso le conocía? - Chicos, voy a hablar con el nuevo, almuercen sin mi. - les dedicó a sus amigos una sonrisa antes de irse.