El piso de Rubius

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Me guio hacia un lugar, no sabía a donde me llevaba, todo era silencio, él solo me decía hacia donde ir: "A tu izquierda, vamos derecho, sube escalón, cuidado una persona", etc. Pasaron aproximadamente como 10 minutos para llegar al lugar, cuando llegamos me dijo al oído:

Rubius: Lamento tenerte con tanto misterio pero quería que esto fuera especial -Por un momento pensé que quería violarme- y no, no es nada de lo que piensas -Solo guarde silencio, oí como se abría una puerta, y sentía por fin mis ojos liberados- Bueno... Nada especial pero quería que lo conocieras.

Vi frente a mí un pequeño lobby pintado de blanco, este daba hacia dos puertas, abrió la puerta que estaba frente a mí y ahí estaba, cuando menos lo creí estaba conociendo ¿Su piso? En el fondo había una mesa con una botella de vino y dos sillas, se las daba muy bien este hombre.

_____: ¿Este es tu piso? -Le pregunte algo curiosa- Es... bastante grande

Rubius: Así es... Pero pasa muyaya no te quedes ahí -me dijo sonriendo mientras cerraba la puerta- anda ven te enseñare un poco mi piso, te la debía

_____: No tenías porque... algún día tendría que haberlo conocido -dije algo tímida, él fue más adentro mientras observaba su piso, tenía algunos cuadros que llamaban mi atención, cuando oí un pequeño maullido- ¿Dónde están tus gatas Rubius? -le pregunte curiosa-

Rubius: Espera ahora voy! -Dijo gritando, a mí me mato un poco la curiosidad y fui en busca de ellas, encontré lo que parecía ser donde grababa sus vídeos: un librerito azul, dos ordenadores y una cámara, "la silla gamer" y algunos gorros y gafas. Me dio un beso en la mejilla, yo me asuste.

______: ¡Cabron no me asustes! -Como impulso ante el susto le solté un golpe en el brazo- Perdona pero me has asustado bastante -le dije recobrando el aliento-

Rubius: Lo siento -dijo mientras se descojonaba de risa- Ven te presentaré a mis pequeñas hijas -me tomo de la mano mientras me llevaba nuevamente al salón- Esta es Hachi -una pequeña gata de un tono café verdisco con rayitas negras, la cual sólo arañaba a Rubius para poder irse- Hija de puta... Y bueno, esta es Raspberry... O como yo le digo, Raspy -La gata se bajó sin hacerle nada, sólo le ronroneo la pierna y luego fue conmigo, igual a ronronear mi pierna-

_____: Que gata tan más tierna -Alcé a Raspy del piso y jugué un poco con ella en mis brazos- Quiero una gata como ella, así de cariñosa

Rubius: Creo que le has caído bien... Siempre rasguña a medio mundo, incluyéndome... No entiendo porque le has caído tan bien, fue como un recibimiento muy mono de ella hacia ti... nunca lo ha hecho con nadie

_____: ¿En verdad? Creí que así era de mona -reí- Pues creo que le he agradado -le dije con una sonrisa triunfante-

Rubius: Anda ya encantadora de gatas, tomemos una copa de vino -Lo dijo mientras iba a otra de las habitaciones, lo seguí y Raspy nos siguió a ambos-

_____: No puedo tomar mucho Rubius recuerda que tengo escuela mañana y...

Rubius: Es sólo una, quizá dos, y te paso a dejar a tu piso ¿Qué dices? -Me dijo mientras me daba una copa, su cocina era un poco más pequeña que la mía, y se ve que había guardado solo unos trastos por ahí, me reí-

_____: Bueno vale -me guio nuevamente hacia la mesa, tomé una de las sillas y me senté, el en la otra- La verdad es que la noche de hoy ha sido fantástica

Rubius: Porque tú la haces especial -sólo le sonreí- Me vuelves loco _____

_____: Estamos en la misma situación, que curioso ¿No crees? -le dije sonriéndole, el me dio un beso, mientras que sentía algo caliente en mis pies, Raspy se había acomodado ahí bajo mis pies- Creo que también le agrado a alguien -le dije señalando hacia abajo-

Volver a creer (Rubius y tú) | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora