MI NOVIO, SU PRIMO Y EL NIÑERO DE MI HERMANO.

Capitulo 17.

*ALEX.- Espero que la señorita haya dormido bien. –Susurró por detrás de mí apoyando su cabeza en mi hombro.

*YO.- Ey. –Susurré sin inmutarme y entré en clase sentándome.

Esta vez me senté al lado de Lucas. Me tiré toda la clase con mis dedos entrelazados con los suyos. Ese día no me había levantado de muy buen humor y sentirle cerca me ayudaba a estar mejor.

*

Hoy había sido el último día de clase hasta dentro de tres semanas. Había vacaciones debido a las fiestas y me había venido de perlas. Estaba deseando ver a mis padres, y como no, a mi enanito. Lo echo más de menos.

Hice las maletas mientras Lucas estaba sentado enfrente de mí viendo como las hacía.

*LUCAS.- Te voy a echar de menos.-Susurró triste.

*YO.- Ay bobo. Te daré la dirección y cuando quieras puedes venir a verme y ya te presento a mis padres y a mi niño.

*LUCAS.- ¿A tu niño? –Alzó una ceja.- Ese se supone que soy yo, mm –Me agarró por la cintura y comenzó a besarme por el cuello.

Reí mordiéndome el labio sintiendo sus besos y le mordí la mejilla.

*YO.- Mi niño es mi enano, tú eres mi niño 0.2. –Le saqué la lengua y comenzó a reír.

*LUCAS.- ¿0.2? Mm bueno, pero que sepas que me he puesto celoso.-Mordió suavemente mi oreja.

*

*LUCAS.- Ten cuidado. Cuando llegues envíame un mensaje o llámame cielo.

*YO.- Lo haré. –Sonreí y le devolví el beso mientras cerraba los ojos.

Cuando llegué aparqué el coche y le envié el mensaje a Lucas cómo le había prometido. No quería que se preocupara.

Abrí la verja de la casa y mientras andaba hasta la puerta fui mirando el jardín que había al lado del camino. Mamá lo había cuidado muy bien en mi ausencia, todo estaba muy bonito.

Toqué la puerta y para mi sorpresa me abrió un completo desconocido que encima iba en toalla.

Un chico que rondaba los 20 años. Un poquito más alto que yo.

*YO.- No me habré equivocado de casa, ¿no?- Dije para mí pero lo suficientemente alto para que el lo escuchara y me giré mirando las demás casas.

- Mm espero que no. –Le miré al decir eso y sonrió travieso.

-Enaaaaaaaaaaanaaaaa.-

Escuché a lo lejos mientras corría bajando por las escaleras.

*YO.- Enaano mío. –Corrí hacia él sonriendo al verle bajar tan feliz y lo cogí en brazos y lo abracé fuerte sonriendo.- Cuanto he echado de menos yo a este pequeño.

*MARCOS.- Yo te he echado más de menos enana.- Revolvío mi pelo y reí al ver como lo hacía.

Era pequeño sí, pero era el más gracioso y cariñoso del mundo y me alegraba que fuera mi hermano.

*YO.- ¿Y quién es ese de la toalla?-Le susurré en el oído mirándole de reojo aún parado mirándonos.

-Hola, encantado, soy Thomas, el niñero. –Se acercó y cuando se puso a darme dos besos le di varios besos fuertes en la mejilla de mi hermano y lo bajé al suelo.