Único Capítulo

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Niall nunca iba cansarse de sentarse en la cuarta fila para verla a ella tocar para él. El teatro siempre se llenaba para verla a ella tocar, pero a él le gustaba pensar que ella solamente le tocaba a él, que cada canción que ella tocaba era única y solamente para él. El rubio iba a verla tocar todos los sábados a la noche, él estaba seguro de que ella no sabía quién era ni que siempre Niall la miraba a ella, miraba todos sus movimientos al tocar, sabía que cada vez que tocaba lo hacía con los ojos cerrados y con una sonrisa en sus labios, esto sólo lo hacía con una canción que realmente le guste, si la canción no le gustaba lo suficiente ella abría los ojos y mordía su labio inferior para después sonreír.

Niall sabía cómo se llamaba y a qué hora tocaba: su nombre era Luna Orwell y siempre tocaba a las 21:00 pm en el teatro Smile, él sabía eso y que ella ante sus ojos era la persona más hermosa que vio. Pero este día algo andaba mal, él estaba sentado en la primera fila como todos los sábados a la noche, mas hoy había un problema: eran las 21:45 pm y ella todavía no aparecía, hace cuarenta y cinco minutos que él la está esperando y ella no fue, hoy ella no iba a tocar.

Salió del teatro con decepción cuando les anunciaron que ella hoy no iba a ir a tocar, él realmente quería verla dado a que el fin de semana anterior no pudo ir a verla ya que su amigo Zayn, cumplía años y le habían hecho una fiesta. Él quiso verla, realmente quiso, ahora iba a tener que esperar una semana para poder verla, iba a tener que esperar siete días más... Tal vez esté siendo muy obsesivo con ella al querer ir todos los sábados al teatro para verla tocar, pero eso realmente no le importaba. Luna era la única persona capaz de hacerlo sentir bien con cada canción que tocaba, y le gustaba esa sensación... Le gustaba y quería sentirla por un tiempo más.

Suspira y mete las manos en los bolsillos de su campera al sentir la brisa golpear su rostro. Estaban a principios de invierno, por lo cual el frío se estaba haciendo presente en todo Londres. Camina por las frías calles en silencio y admirando la ciudad; era más hermosa de noche. Siempre le gustó ver la ciudad de noche, ver las estrellas y la luna iluminando todo... Claro que las estrellas no se veían con claridad por las luces de la ciudad, pero aún así era hermoso. Londres era hermoso en sí.

Él había nacido en Irlanda, mas cuando tenía trece años a su padre lo trasladaron a Londres. Al principio fue duro cambiar de ciudad, de costumbres, dejar a sus abuelos... Niall siempre fue un chico tímido a la hora de hacer amigos, él podía no tener amigos dado a que en Irlanda no tenía y no quería hacer amistad con alguien que, estaba seguro, iba a molestarlo por sus dientes. A esa edad tenía sus dientes chuecos y por eso mismo en su antiguo hogar no tenía amigos, nadie quería serlo de él. Pero cuando llegó a Londres conoció a cuatro personas que sin quererlo, se hicieron sus amigos, sus mejores amigos, sus hermanos. Y no los cambiaría por nada del mundo: ellos lo aceptaron como es, y eso vale oro para él.

«Desearía tener un auto, piensa cuando las primeras gotas de lluvia empezaron a caer por su rostro, o un paraguas...»

Sonríe sin poder evitarlo, mira a ambos lados asegurándose de que no haya nadie, saca las manos de sus bolsillos y empieza a correr. Esto era una de las tantas cosas que le divertía: correr bajo la lluvia, era divertido si no te caías, aunque igual era divertido si eso te pasaba. Para de correr en cuanto siente a su celular vibrar: Louis, suspira y lo vuelve a meter en su bolsillo antes de que se moje más de lo que está. Eso no le importaba, no ahora que se estaba divirtiendo bajo la lluvia, mañana iba a poder preocuparse por su celular y por, tal vez, pescar un resfriado.

Vuelve a correr al sentir la lluvia más fuerte, un gemido, seguido de una carcajada, sale de su boca al caer sentado en el frío y mojado suelo. Se levanta con cuidado de no volver a caer y se soba su trasero tratando de que no duela tanto, realmente le dolió. Estaba tan concentrado en tratar de que su trasero no vuelva a doler que no vio a alguien correr en su dirección y cuando se quiso dar cuenta volvió a caer al suelo con aquella persona encima de él.

La Chica del Piano {Niall Horan; One-Shot}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora