El brillo de sus ojos,
se perdio entre la niebla.
Dijeron que estaba bien.
Ella reía como siempre,
con su sonrisa rota
y sus ojos tristes.
Ellos decían que estaba bien,
pero mataba sus pulmones
inhalando a la vida.
Con un poco de alcohol
y unas cuantas pastillas de colores.
Que ironía,
ella estaba bien.