~Corazones Entrelazados~

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Presa del miedo una chica de cabello negro como la noche y ojos del mismo tono, corría por su vida y por la que cargaba en sus finos brazos, la violencia con la que jadeaba dejaba en claro cuanto había corrido.

Los bandidos la perseguían como si fuera el tesoro más codiciado de la tierra, buscaban con desespero a la muchacha debían encontrarla, nunca debió escapar, se supone que es la joya de su pueblo.

La chica de cabello azabache, continuo corriendo desesperada la vegetación del bosque se hacía menos densa, continuó corriendo hasta encontrar un camino corrió por este y la guió a una pequeña aldea.

La presencia de la chica no había pasada por desapercibida, los aldeanos la miraban algo confundidos otros sorprendidos, el grupo de bandidos había llegado aquella aldea, no faltó mucho para que comenzarán a saquear el lugar buscando a la chica.

La gente comenzaba a asustarse y a hacer llamados de auxilio, un joven de cabello plateado hizo presencia.

Los bandidos tuvieron el valor de retarlo a una pelea este acepta, a los pocos minutos estos se retiran asustados.

El híbrido pudo oler la esencia de la nueva chica, la busco con la mirada Hasta encontrarla sentada bajo un árbol abrazando un pequeño bulto mientras estaba sentada en forma fetal.

Oye, ¿te encuentras bien?...-la chica alzó la mirada, y asintió levemente.

Siento haber causado este alboroto...-dijo arrepentida, se levanta algo tambaleante- creo que -antes de que continuará la chica se desmaya, Inuyasha logra cogerla, aquel bulto en su brazos se movía un poco Inuyasha toma a la chica y al bulto para partir a la Choza de anciana Kaede.

Inuyasha, ¿donde te habías -suelta un jadeo y corre a ayudar a su esposo.

Ten...-le entrega el bulto, Aome lo cargo y lo acompañó a la Choza de Kaede.

Inuyasha, ¿Quien es ella?...-miro a la chica desmaya en sus brazos.
No lo sé...-Kaede acomoda un Futon para que Inuyasha la recueste- era perseguida por unos bandidos quienes ingresaron a la aldea en su búsqueda...

Mamí, ¿que sucede?...-un niño de cuatro años corre hacia Aome.
Shiryu, no deberías estar durmiendo...-el padre del niño lo mira serio.

Lo siento...-agachó la cabeza.

Déjalo Inuyasha...-Aome mira con cariño a su primogénito, pequeños sollozos se escuchaban en el lugar seguido de un llanto desesperado.

Un bebé...-la familia cerca se gira a ver a la anciana Kaede, estaba sosteniendo el bulto de mantas- es hermoso...-Dice mientras mostraba el fino rostro de la bebé a los presentes.

Aome-Chan, ¿que pasó?...-La familia de Miroku se asoma a ver, ven a la mujer desmayada y junto a ella la anciana sosteniendo a la bebé.

Horas mas tarde, la mujer comienza a despertar, sus ojos pesaban, parpadea un par de veces y se incorpora quedando sentada.

¿Se encuentra bien?...-una sacerdotisa junto a una niña estaban junto a ella aparentaba unos once años, esta última cargaba a su bebé.

Estoy bien...-su manos refriegan su ojos - gracias...

Su bebé es muy lindo señorita...-la niña deja al bebé en sus brazos- se parece a usted...-sonríe.

Gracias...-sonríe.

Soy Kaede, una de las Sacerdotisas de la aldea...-se presenta la anciana.

Me llamo Rin, gusto en conocerla señorita...-

Bueno me llamo ______...-respondí a sus presentaciones.

¿Como es que los bandidos los seguían?...-pregunta la anciana.

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