El putísimo milagro.

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Varios días habían pasado desde que Gamzee y Tavros se habían vuelto a encontrar en muerte, se habían abrazado y dicho lo mucho que se habían extrañado también, pero, aún habían cosas que no se habían dicho o que simplemente preferian no hablar de ellas, esta es una historia sobre esas cosas.

Gamzee se encontraba sentado en el suelo, contemplando los putísimos milagros de la naturaleza y a su vez pensando en una de sus preocupaciones más grandes y la que más le importaba: Tavros.

No era ningún secreto de que el alta sangre tenía sentimientos rojos por el de baja sangre, claro, ningún secreto para nadie exepto éste. Gamzee quería decírselo pero a su vez no, cuando sentía esa necesidad de dejar salir esos sentimientos que tenía por su Tavbro, inmediatamente los callaba y encerraba dentro de su ser.

Tavros era su putísimo crush y no podría dejar que esa mierda arruinara la hermosísima relación de colegas que habían logrado incluso ahora después de todas las barbaridades que había cometido el alta sangre.

La muerte había sido la mejor solución para su todo, se sentía bien estando con quien más quería, no se sentía molesto, no sentía ni mucho menos ganas de despedazar a nadie, estaba tranquilo y eso era su putísimo milagro. Estaba tranquilo, sin necesidad de ingerir una gota de slime, por primera vez realmente estaba feliz, realmente estaba bien.

-¡Gamzee!

A lo lejos se le escuchó gritar, era nada más que Tavros acercándose apresuradamente.

Gamzee sonrió volteando a ver su bello rostro que tanto adoraba, esa tierna sonrisa tímida en él siempre lo había vuelto loco.

-¡Oye, Tavbro! Hay muchas montañas ¿te das cuenta? Woah, putísimos milagros.

-uh..sí, eso creo.

-Oye, siéntate.

-Claro, uhmm ¿qué haces aquí solo?

-¿No lo ves? Tantos putísimos milagros merecen ser contemplados.

-uh, entiendo.

-Honk.

Gamzee se acercó más a Tavros y pudo notar como este se ponía nervioso, no sabía en qué pensar, ciertamente cuando estaban juntos se tornaba esa atmósfera entre ellos dos, había sido así desde que se encontraron ahí, es por eso que se le venían esas ganas de contarle lo mucho que para él significaba su presencia.

-Jajaja ¿por qué te quedas tan callado?

Preguntó el Tauro entre risas, en lo que éste no había dejado de pensar desde el principio y cada vez que estaba con el Capricornio era en su invitación, a pesar de haber pasado muchísimo tiempo de eso, el estar muerto le había dado mucho tiempo en el que pensar sobre todo y por supuesto también recordar, y ahora que estaba de nuevo con su mejor amigo le preocupaban las cosas del pasado, y se preguntaba las intenciones que éste tenía en esos momentos.

-Es que son tantos putísimos milagros.

-Ya lo creo, uh, pienso que el atardecer es bonito.

-Putísimamente hermoso.

-¡Sí!

-Como tú.

-.......

Oh dios mío, lo había hecho, había sacado uno de sus tantos pensamientos en voz alta, no había podido siquiera cerrar la boca antes de sacarlo, no le había dado tiempo, sólo había salido sin mas, era lo peor. ¿Qué se supone que hiciera ahora?

-¡¡Jajajajajaja!! ¿Qué estas diciendo, Gamzee? ¡¡Jajajajajajajaja!!

-JAJAJAJAJAJA HONK HONK HONK JAJAJAJA

Un día en la muerte de Gamzee y Tavros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora