El extraño primer día de Krystal / Kryber.

One Shot.

Amber era sin duda femenina, tan femenina como Victoria, la chica más popular del instituto, tan femenina como Sulli, la chica más bonita del instituto, tan femenina como Luna, la chica más...más...¿Negra del instituto?

Amber rió un poco mientras tomaba de su soda, no quería burlarse de su mejor amiga Luna, pero es que ella siempre le molestaba con que no era nada femenina y Amber se lo devolvía diciendo que era negra... Era una molestia mutua.

Y lo más increíble es que de ahí radicaba el problema, Amber creía ser femenina, si, ella era muy femenina. Tan femenina como la chica nueva esa llamada Krystal.

Sentada en uno de los bordes del balcón del instituto ahogaba sus penas, tomando de su soda naranja que tarde o temprano la volvería diabética. Pero enfocándose en el tema, ella era femenina, lo único que la diferenciaba era su forma de vestir.

¿Qué de malo tenía reemplazar faldas por pantalones sueltos y a la moda? ¡Nada!

¿Qué de malo tenía llevar el cabello corto en vez de una melena pesada y abundante? Era más cómodo.

¿Qué de malo tenía verle las piernas de manera nada sana a la nueva estudiante? ¡En absoluto nada!

Volviendo al tema, ella era femenina, punto final.

¡Ay! Pero de nuevo un chico le habría llamado "Brother" ese día, de nuevo las chicas habrían huído del baño de damas cuando ella habría ingresado.

Okay, depresión. Necesitaba un diario.

¿Y si se suicidaba?

Se fijó en la altura que le separaba del asfalto, no debía de doler tanto, o talvez si.

Hablando de la chica nueva, era muy bonita, tenía rasgos finos y era alta. ¡Se parecía a Jessica! La creída esa de grado superior, a quien una vez le habría roto la nariz cirujeada que tenía.

Bueno, no le quedaba de otra, tendría que seguir adaptandose al mundo que la rodeaba.

-Me discriminan como mujer- Lloriqueó para si misma y bebió de su soda.

-Ahm, hola. Oye, ¿t-tu sabes donde queda la sala de enfermería?- Una voz se escuchó no tanto lejos de donde se encontraba, volteó para observar a quien le hablaba.

-¿Como? - Preguntó confundida Amber hacía la desconocida.

-Es que creo que me perdí, ¿Este es el balcón o la terraza?

Amber frunció el ceño, pero no pudo evitar reir de pormedio.

-¿Acaso balcón y terraza no es lo mismo?

-¿Lo es?

-¿Quieres dejar de responder con preguntas?

-Oh, ¿Acaso lo he estado haciendo? Lo lamento - Aquella extraña hizo una venia de 90 con cara de en serio lamentarlo.

Amber abrió mucho los ojos. ¡Oh, claro! Ella era la chica nueva, la tal Krystal. Miró de nuevo las piernas que tenía aquella muchacha. Nada en particular, solo le daba el visto bueno. Y vaya que estaban buenas esas piernas...¡Ejem, no! Nada que ver...Las de Luna estaban mejor.