No sé qué es lo que me pasa. Me gustaría decir que conozco el sentimiento pero no es así.
¿Son celos? ¿Es amor? No lo sé.
No cabe la menor duda que el amor es ciego, tan ciego que me cuesta notar el desinterés tan obvio de tu parte. ¿Acaso es desinterés? ¿O solo es costumbre tuya? Me cuesta aceptar la realidad, mi realidad. Me cuesta aceptar qué por tonto que parezca, tu y yo somos otra cosa. No, no somos extraños pero tampoco somos conocidos. Sino algo en medio de todo, vivimos día a día en un terreno que solo tú y yo conocemos como la palma de nuestra mano. Algo que se siente tan natural como lo es respirar, pero no lo es en absoluto.
Detesto sentir mariposas en el estómago cuando estoy a tu lado, porque sé que a ti no te importa siquiera si estoy ahí, no cuando ella está cerca, ¿acaso me equivoco? Detesto como siempre voy a estar ahí para ti, para cuando necesites algo pero yo me tengo que conformar con verte todos los días a lo lejos.
Detesto verte en los pasillos día a día, riendo y haciendo cosas con otras personas pero no conmigo. Ahí estoy yo, temerosa a acercarme, temerosa a que me dejes parada como una tonta frente a todos.
Detesto como es que hablas con todos menos conmigo, como a todos tratas bien pero a mí no. Detesto como parece no importarme, aunque en realidad es en lo único en lo que pienso. Detesto como hablas con ella y a mí me tratas como si no existiera.
Detesto como todo se me olvida al momento en el que sonríes, como se desvanece al momento de oler esa fragancia tuya que es tan inconfundible para mí. Como con tal de estar un poco de tiempo contigo soporto todo, sin importarme nada.
Detesto lo mucho que me duele aceptarlo pero tu jamás sentirás nada por mí, detesto aceptar que me tienes como idiota. Pero detesto aún más que aunque quiera no puedo dejar de pensar en ti, no puedo dejar de verte con esos de ojos de enamorada que tanto daño me causan. Sin embargo, sé que jamás te darás cuenta de que cometiste un error, ya que para ti no soy más que una conocida.
GA