Creo que fueron celos, envidia e irritación y por supuesto, deseo.
No recuerdo como te conocí. Solo la nieve caer sobre nuestras cabezas mientras andábamos hacia tu casa.
Recuerdo que estaba enfadada por tu torpeza, pero no porque, no quiero acordarme del porqué, tal vez fue todo por mi culpa, no podía quitarte los ojos de encima desde que te vi allí sentado.
Durante esas semanas que nos vimos, nunca hablábamos. Nos veíamos una vez ala semana...¿durante cuantas semanas fueron? Era todo demasiado bonito. Era como un sueño para mi, tal vez para ti solo fui una niña tonta que se enamoró de un hombre un poco mayor, tal vez fui una de un montón, un simple juego...tal vez...
Recuerdo que nada más llegar me besaste, o quizás fui yo quien lo hizo,estaba demasiado nerviosa y mi cuerpo temblaba con solo tenerte cerca, tus manos eran demasiado hábiles para mi. Poco a poco nuestra ropa fue cayendo al suelo sin remedio, muy despacio, y recuerdo queme invitaste a ducharme contigo, no proteste, hacia demasiado frío yambos estábamos empapados por la nieve.
El agua caliente recorrió nuestros cuerpo como un silencioso observador, el escalofrío del sentir el cambio de temperatura y el saltito al notarte detrás de mi, en esa pequeña bañera blanca de tu apartamento. Nunca ibas deprisa en nada de lo que hacías, siempre te tomabas tu tiempo. Esa primera vez recuerdo que limpiaste el rímel que corría por mi cara mientras me sonreias con adoración. La baste mi cuerpo lentamente con tus manos, hasta el último rincón. Mis manos recorrían tu espalda, acariciando cada centímetro mientras me dejaba hacer, apretandome contra ti, miestras tus manos bajaban por mi espalda hasta mi tesoro. Solo jugaste conmigo esa vez, excitandome. Haciéndome gemir entre tus labios, dejándote morder el labio inferior. Sabias que te pediría más, siempre más. Mientras el agua caliente seguía recorriendo nuestros cuerpos.