Ella cae dormida de nuevo, yo me levanto con algo de dolor en la espalda. Olvidé cerrar la ventana en la noche, son días fríos. No sé en qué día me encuentro, no se el año ni la fecha. ¿Y si tengo que hacer algo importante hoy?, joder, ¿dónde está mi teléfono?
Lo encuentro bajo de la cama dentro de un zapato, que simpático. Bien, la fecha es 8 de octubre de 2023.
2023, ¡tengo 25 años! Oh, mañana ella tendrá la misma edad, hoy es domingo, le buscaré un regalo. Algo que no sea un gato o un libro. Podría ser una cena elegante... no, eso no va. Tal vez... ¡no! No tengo nada útil.
Bien, aún son las 10:27, tengo muchas horas para pensar. Después de una ducha y el desayuno me dirijo hacia la cafetería, un pequeño negocio que inicié hace cinco años.
Al llegar y verla siento ese orgullo que siente uno al ver un trabajo bien hecho, en la parte de arriba de las grandes puertas de madera vieja hay unas letras negras que con un toque medieval pero elegante dicen "Café-ina", nombre algo obvio pero efectivo, atrae gente.
Entro y está Joe en el mostrador.
-¿Cuánta gente hoy?
- Casi nadie, es un domingo tranquilo.
-¿Falta algo?
- Me hace falta un novio- dice con una sonrisa irónica.
- Hablo del inventario, y sí probablemente te haga falta.
Se da la vuelta y se dirige al gabinete de metal que está a la derecha del refrigerador, toma el cuaderno donde está la hoja de control del inventario. Cambia unas cuantas veces de página pasa el dedo de arriba hacia abajo y tras una pausa de unos segundos alza la mirada y se dirige hacia mi.
-hace falta canela, leche deslactosada, y sustituto de crema.
- bien, ¿nada más?
- ¿tienes amigos guapos?
- sabes que ninguno es gay
- mhmm... cierto, no, eso es todo.
- ¿ya están impresas las poesías de la semana?- las poesías de la semana, son pequeños papelitos que se meten dentro del menú y todos los días tienen una poesía diferente.
- ya.
- Okey... - intento recordar algún otro pendiente, agraciadamente no hay nada más. Doy media vuelta y al aminar tres pasos recuerdo algo.- Oye estoy algo preocupado, mañana es su cumpleaños y...- me interrumpe.
-no sabes que regalarle.
- ...Sí, así es.
- Regálale un gato, listo, se acabó el problema.
- No, no, no puedo hacer eso, recuerda que hace dos semanas murió Camila, no le puedo dar otro gato tan pronto.
- Cierto, ya veo... ¿qué tal un concierto?
- ¿Acaso hay conciertos en lunes?
- Ssíp, mañana hay un homenaje a Gustavo Cerati, interpretado por la sinfónica de argentina, una cosa así; no estoy muy seguro.
- Excelente, consígueme dos entradas antes de las 7:30 y mañana puedes salir temprano.
- Será un placer.
- Bien, iré por las cosas.