Capítulo 11

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- La directora Agustine quiere verte.

Thomas sólo se levantó de su cama y siguió al guardia. No le sorprendía que lo molestaran en sus momentos libres para decirle que la puta mujer malparida que lo tiene encerrado quiere verlo.

Caminaron por los blancos pasillos. Tom lo había pensado muchas veces, en cuanto techaron todo, Curdun Cay se veía como un hospital, todo blanco e impecable; la diferencia son las personas armadas por todos lados.

- Alto -dijo el guardia, pero no como si fuera algo repentino, sino como si debieran quedarse ahí.

Thomas quería preguntar qué sucedía, pero no serviría de nada intentar.

Ahí se quedaron, en silencio y sin hacer realmente nada. Las cosas se veían sospechosas, lo peor es que no lograba hallarle explicación. «¿Y ahora qué?»

Se escuchó un diminuto ruido y entonces volvieron a caminar. Dieron vuelta en unas esquina y Thomas no podía creer lo que veía.

- Tommy... -dijo aquella voz que creía haber olvidado.

Dylan O'Brien estaba a unos metros de él, viéndolo como si fuera un fantasma. Su cabello estaba un poco más largo de como lo recordaba, traía barba de algunos días, había ojeras considerablemente marcadas bajo sus ojos, sus labios lucían un poco resecos, su ropa era negra; pero lo que no podía dejar de ver, eran sus ojos, estaban bien abiertos y tenían un brillo... aunque no sabía descifrar todo lo que sentía, demasiadas emociones: miedo, alegría, nervios, sorpresa, confusión, melancolía...

Brodie quería decir algo, pero no podía. Maldijo internamente. Quería gritar el nombre de Dylan, quería correr a besarlo, quería decirle lo mucho que lo amaba, quería abrazarlo y jamás soltarlo, quería decirle lo idiota que fue por seguir intentando sacarlo, quería agradecerle por no haberse rendido en su búsqueda... Sin embargo, no podía hacer ninguna de esas cosas...

- Quería facilitarte la tarea de encontrarlo -fue cuando se percató de que Agustine estaba al fondo del pasillo.

- ¿P-por qué harías algo así? -contesta Dylan sin dejar de mirar a Thomas.

- Porque los dejaré ir, a todos.

- ¿Qué? -esta vez, ambos dirigieron su vista a la mujer.

- Tal como lo dije, los dejaré ir a todos.

El guardia le dio un empujón a Thomas y éste quiso creerlo por unos segundos. Con sus poderes corrió hacia Dylan y lo abrazó, quien no tardó en corresponder a la muestra de afecto.

Parece demasiado bueno para ser verdad.

- ¿Es alguna clase de truco? Debe serlo.

- No, señor O'Brien. No hay trucos, lo prometo.

La directora volvió a presionar el botón en su intercomunicador.

- Ya desactivé toda la seguridad y abrí las puertas. -continuó la mujer- Pueden retirarse.

No logra entenderlo, pero Thomas no puede perder ni un momento más. Rápidamente carga a Dylan en su espalda y se echa a correr como si no hubiese un mañana.

Dylan presiona el botón del aparato en su oído y habla.

- Ya estoy con Thomas, salgan y prepárense para irnos.

Tras unos momentos más estaban fuera de Curdun Cay. El rubio sintió el aire fresco golpear su rostro y paró de correr. Le era difícil de creer. Levantó la mirada, el cielo oscuro que tenía algunos puntitos luminosos acompañados de la luna brillante se extendían por encima de él. Soltó un leve suspiro, los ojos se le llenaban de lágrimas.

- Tommy -sintió el aliento de Dylan en su oído y lo bajó para ponerse frente a él.

Dyl acunó el rostro de Thomas entre sus manos y lo miró a los ojos. Las manos del morocho se sentían suaves, era como si realmente no las hubiera olvidado.

- Te extrañé tanto -las lágrimas invadieron los ojos de ambos.

Con la mirada, Tom trató de decirle que se sentía igual.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué no dices nada?

Sangster puso una mano en su garganta, queriendo dar a entender lo que sucedía.

- ¿No puedes hablar? -el rubio negó con la cabeza- Ay, por dios.

Dylan volvió a abrzarlo y Thomas se sintió más tranquilo de lo que se había sentido hace mucho, mucho tiempo.

- Te amo, Thomas.

El corazón de Sangster saltó de alegría, y como le era imposible hablar, lo que hizo fue separarse un momento para tomar el cuello de Dylan y estampar sus labios con los de él en un tierno beso.

«Soy libre.»

Tu brillo me guiará [2a Temporada] (Dylmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora