Capítulo 18

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Pasó un mes desde que Rubius y yo nos besamos. Ninguno habló del tema desde que sucedió, supongo que fue un beso sin importancia, estábamos en un bar con varias copas encima, son cosas que pasan... Intentaba no ilusionarme, Rubius se había vuelto un buen amigo mío y no quería estropear eso, prefiero ser su amiga antes que romper lo poco que tenemos. Yo ya empecé el instituto, por ahora todo iba bien, aunque no tenía ningún amigo allí ni me acerqué a nadie por miedo al rechazo. Mangel era como mi ojito derecho, aunque también estaba Cheeto, el cual he ido conociendo y he cogido confianza enseguida. 

Era jueves, las seis y media de la tarde marcaba en el reloj digital de mi estantería. Hoy quedé con Rubius y Mangel para ayudarles a grabar un reto. Rubius vendría a recogerme enseguida, así que me vestí para recibirle. Me dijo que no me pusiera mona ya que me ensuciaría, me da miedo a veces... Tocáron a mi timbre, era él, con una camisa roja y unos vaqueros. Al principio miraba atento a la pantalla de su móvil, pero enseguida levantó la cabeza y una sonrisa se formó en su rostro. 

-¿Hoy no te pintas los labios tomatita?

-¿No decías que me iba a ensuciar?

-Pero así estás más fea. -Alcé una ceja y le di la espalda, volviendo a entrar en casa, pero me cogió del brazo para girarme- Que noooo, que es broma, cómo te picas eh... -Me intentó abrazar.

-Que te den. -Le hice la peseta y no le correspondí el abrazo, aunque ambos sabíamos que lo hacía de broma.

La misma historia de siempre, un grupo de fans esperándonos en mi portal, atosigándonos. Rubén solía cogerme de la mano y escondernos por los callejones de Madrid hasta que se fueran, pero hoy no había dónde esconderse. Rubius firmó autógrafos, se sacó fotos y saludó, pero teníamos que grabar. Después de complacer la necesidad de los fans, me agarró del brazo y seguimos nuestro camino, aunque muchos de los fans nos perseguían y nos sacaban fotos.

-Siento mucho que tengas que pasar por esto. -Dijo Rubén- Están muy obsesionados y más ahora sabiendo que te he conocido a ti.

-Da igual, si lo entiendo perfectamente... -Aunque no entendía lo de las amenazas por parte de algunas fans- Es normal.

-Pero a mi no me da igual.

Alijerámos el paso hasta entrar en el portal de Mangel. Ambos intentábamos recobrar el aliento, pero madre mía cómo costaba. Entramos en el ascensor y subimos hasta su planta. Nos abrió la puerta Cheeto... ¡Cheeto!

-¡Cheetito!

-¡Enanita!

Ambos nos abrazamos dramáticamente, sí, me encantaba hacer el tonto con este tío.

-¡Pensé que nunca máh' volvería a verte'! -Me acarició la cara y me volvió a abrazar imitándo que lloraba.

-¡Cheetito!¡Jamás te dejaría sólo! ¡AI MI CHEETO! -Le dí palmadas en la espalda mientras imitaba que lloraba también.

-Ejem... -Tosió Rubius.

Cheeto y yo nos separamos y nos reíamos.

-Vale, ya paro que se pone celoso. -Dijo Cheeto.

-No es por eso... -Respondió Rubius- Es por... ¡MI MAHE! ¡MAHE!

Rubius entró corriendo a la casa en busca de su amado, mientras que Cheeto cerraba la puerta y yo corría tras Rubén, el cual se abalanzó hacia el sofá a abrazar a Mangel. Le espachurró, literalmente, le agarró del cuello mientras lo abrazaba... Bueno, no se si eso que hacía era abrazar o estrangular, pobre Mangel.

-¡RUBIUH, COÑO YA! -Gritó desesperado Mangel.

-¿Después de tantos años sin abrazarnos me rechazas? -Imitó que le salía una lágrima.

La elección perfecta. (ElRubius y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora