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"Las ovejas mudas fueron reunidas y encerradas, adiestradas y los lobos las devoraron en silencio"

Maxwell tenia un aspecto de vagabundo aquella mañana cuando se encontro frente a frente al "Manati" sentado placidamente en su amplia silla de hierro con adornos florales.
Resolvio acercarse a el lentamente, evitando el contacto visual.
- ¿Como has estado max..? Se escucho con una voz ronca que solo semejante circunferencia es capaz de emitir.
- Supongo que bien, hoy el cloma esta algo frio, mas de lo normal.
- Tonterias, dejate de preocupaciones, sientate... Hizo una mueca con su labio y palmeo el cojin de la silla consecutiva a la suya, una, mas pequeña.
Max camino y subio al portico de madera vieja y agrietada de esa casa tan abandonada.
El Manati llevaba unas sandalias viejas, pantalones cortos de pezca y un camison lleno de manchas de comida. Repugnante.
Tomo asiento con cierta dificultad, como si tuviera problemas de espalda. Apoyo su mano sobre la fragil mesa que tenia delante, sobre ella un hermoso florero con detalles de mariposas y por dentro lleno de claveles marchitos.
Arqueo una ceja y lo miro en tono bufon.
- Presiento que quieres algo Max, y dudo que sea un dialogo sobre alguna de tus historias.
- Ya sabes lo que quiero... ¿Como diablos salimos de aqui?
El obeso movio su mano regordeta, su papada temblo en una estruendosa pero sutil carcajada, tomo su taza de te con delicadeza y con aun mas cuidado revolvio su contenido con una minuscula cuchara de plata. Revolvio ese negro abismal de su te rancio.
- Esa pregunta mi querido compañero, esa es la pregunta correcta.
Luego de un intercambio de miradas un tanto incomodas se quedaron en silencio observando el.cielo abierto, no habia nubes, ni una sola. Solo se escuchaba el crujir de los dedos de Max y los suaves choques en los bordes de la taza de te al revolver.
- ¿Crees que podamos? Me estaba impacientando y no puedo disimularlo.
El Manati hizo un ademan de levantarse pero solo se acomodo en su enorme trono.
- Ahh... el plan esta casi listo, faltan los participantes y los materiales. Solo entonces...
- ¿Entonces que?
- Shh...
Entonces la vi... el silencio indundo nuestra conversacion sin piedad alguna. Una niña, cruzaba la calle dando saltitos a solo tres o cuatro metros de donde estabamos discutiendo.
Apenas si se escucho nuestra respiracion y la sonora respiracion de mi voluminoso amigo ahora era un ronroneo sutil.
Mantuvimos las miradas apartadas mientras ella cruzaba, ese trayecto interminable enfrente de la casa, algo casi eterno. Mi corazon se petrifico cuando observe por el rabillo de mi ojo que la criatura se detuvo a medio camino y tenia sus ojos clavados en nosotros.
Senti como el sudor frio me recorria la espalda y recorria todo mi cuerpo, cerre los ojos con fuerza y cuando los abri y volvi a observar, se habia ido.
Mire al manati aliviado y estaba empapado en una gruesa capa de sudor y las gotas le recorian como un rio. Me estaba observando con los ojos abiertos como platos.
No adverti lo que sucedia hasta que senti que en mi oreja una suave brisa helada... una... respiracion.
Tome conciencia y cerre con fuerza mis parpados y senti como sudaba un diluvio interminable.
Cuando volvi a abrirlos mi compañero tenia el rostro cubierto por sus grandes manos, tomo un pañuelo pequeño de tela fina y comenzo a secarse sin mucho exito su amplia frente brillante.
- ¿Ya se fue no es cierto?
- Si. Dijo con dificultosa respiracion.
- Dios... eso estuvo cerca.
- Max, no sabes como odio a esas cosas.
- Si... yo tambien.
El Manati escurrio su pañuelo unas tres veces antes de dejarlo sobre la mesa.
Yo prosegui con nuestra charla.
- Como hiba diciendo... nos faltan demasiadas cosas para concretar el plan.
Con un leve parpadeo y dirigiendo su indice hacia mi.
- Ja!, que eres un idiota, la intencion es lo unico que nos hace falta, lo demas, simples detalles.
- ¿Crees que alguien lo sepa?
- Sospechas de El no es cierto?
- Si...
- Ja! El no tiene idea ni de lo que almuerza el dia de hoy, lo unico que le interesa son estas pueblerinas.
Es un hombre ciego que ignora a los niños del jardin y a los ojos palidos. Como vivimos entre estas torturas no le ve ninguna importancia.
- Tal vez tengas razon... cuando haremos esto? Y mas importante ¿Como?
- En cinco dias llegan los nuevos, tenemos tiempo para conseguir las herramientas y si para entonces todo sale a pedir de boca estaremos pescando a los peces flacos y juntandolos para el gran dia. Una bonita carnada para los lobos.
Sera el dia que por fin dejaremos de ser las ovejas.

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⏰ Última actualización: Apr 13, 2016 ⏰

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