Invierno.

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Hace algunos meses estaba sentada en una plaza, leyendo algún libro viejo que probablemente haya llamado mi atención por tener el nombre "Serendipia". Cuando estaba leyendo pude notar que había una palabra mal escrita, en vez de decir "persona" decía "encanto", y al leer "encanto" pude descubrir que lentamente iba cayendo en la acentuación de la palabra. Me enamore de cada una de sus letras, de la e a la o.  No tenía todas las letras del abecedario y aunque las hubiese tenido me hubiera enamorado de cada una de ellas desde la a hasta la z.

Pasaron algunos días y me di cuenta de que esta palabra mal escrita podría haber estado escrita de forma correcta. Pero yo sólo intentaba convencerme de que estaba mal, de que a pesar de los encantos esa palabra no debía entrar en el libro. 

Tuve una semana para tratar de pensar menos en esa palabra, fue esa semana en la que me pregunté a mi misma "¿Por qué pienso tanto en esta palabra?¿Es porque no encaja?¿O por que realmente encaja demasiado bien?". Una semana más tarde entendí que la palabra en cuestión encajaba a la perfección. 

Volví a casa y fue momento de mirarla a los ojos, el libro me invitó a abrirlo, lo leí, va, a la palabra, volví a leerte, encanto. Deseé que cada una de tus letras fuera pronunciada por mi boca. Pero no fue ese el día. Sólo fue un día de encanto como tantos otros después de un tiempo.

Pasaron algunos días y el libro volvió a abrirse acompañado de locura y seriedad (otras palabras del libro) y un fuerte temblor. Releí la palabra una y otra vez, cada vez encajaba mejor en el libro y yo no entendía el por qué. Seguí releyendo a encanto en mi mente una y otra y otra vez, pude entender la perfección de sus letras. Una de las cosas que más amo es que aquella palabra no está seguida de un punto. Después de releer sentí que quería a esa palabra en el libro, no era un error, nadie estaba equivocado y le pido disculpas al autor por pensarlo. Después ver que eras tan necesario en el libro me dedique a pronunciarte, encanto. Te grite, te susurre, te pronuncié, y fue perfecto. 

¿Encanto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora