SENTIMIENTOS BAJO EL MAR.

67 14 5
                                    

"Qué hermoso y magnífico es el mar", fueron las palabras que salieron de mi boca, boca que no sabría decir en éste momento si era la mía.

Me encontraba frente al mar, observando un paisaje que, si me esfuerzo e intentara con todas mis ganas, no podría explicar exactamente por qué, aún luego de haber despertado, sigo sintiendo ésta nostalgia hacia esa vista tan hermosa que aún no logro borrar de mi mente; siendo sincero, espero nunca desaparezca esa imagen de mi cabeza.

A mi derecha, se encontraban unas pequeñas cabañas, algo simples a primera vista, pero agradables y confortables; al menos eso sentí al verlas en esa ocasión. A mi izquierda, muchas palmeras, demasiadas diría yo. Luego de unos minutos, minutos en los que no le quitaba la vista de encima a ese paisaje tan hermoso, esas aguas tan calmadas, como si una deidad estuviera sobre ellas cantando y acariciandolas como una madre a su bebé; un chico, totalmente desconocido para mi, aparece y se coloca a mi lado.

- Nuestro hogar... Hermoso, ¿cierto?- fueron las palabras que recuerdo haber escuchado salir de la boca de esa persona. Estaba desconcertado por su aparición y las palabras con las que se había expresado, pero, al parecer, mi cuerpo se sentía diferente. Respondí a sus palabras diciendo algo que, me disculparan, pero no recuerdo.

Al paso de un tiempo, mientras conservaba quién sabe qué cosas con ese chico, aparecieron dos personas más, una chica, completamente extraña para mi, y otro chico, que ya ni debería repetir lo mismo. Como vengo diciendo, no los reconozco, no tengo una idea clara de donde provengan, ni siquiera, si son personas reales, sólo que, aparentemente, los conocía y eran personas muy importantes para mi, sobre todo, esa chica completamente desconocida.

En éste momento, no tengo una idea clara de cómo eran esos dos chicos, excepto que eran un tanto más bajos que yo, pero no podía decir lo mismo de esa mujer. Era tanta la impresión que causó en el cuerpo que poseía, que aún, estando completamente cuerdo, o al menos eso pienso yo, puedo recordar perfectamente a la mujer figura femenina que sé encontraba junto a mi: poseía un largo cabello liso, cabello que, al moverse con el viento de la costa, reflejaba un extraño color que no puedo decir con exactitud el que era; usaba un vestido azul marino escotado, tenía unos enormes ojos azules y se encontraba descalza, como el resto.

De un momento a otro, una tristeza comenzó a penetrar mi pecho, era un sentimiento leve, pero a la vez hacía que, lo que en ese momento creía irreal, obtuviera una pisca de creíble y completamente real. Todos se posaron delante de mi, comenzaron a murmurar unas cosas que no recuerdo con claridad, pero pude oír y recordar perfectamente una frase que, hasta ahora, pude entender: "Ahora volvamos a casa "

Todos se lanzaron al agua y yo sólo observaba el cómo esas personas desconocidas, pero a la vez familiares, se alejaban dentro del mar, mar que me traía una sensación hogareña, familiar y hasta hermosa que, aún ahora, no puedo ni quisiera que desapareciera de mi. La sensación de tristeza aumentó, al ver cómo esa chica se alejaba, entrando en un mundo tan ajeno a mi, sentía como si me estuvieran negando la felicidad que por tanto tiempo estuve esperando. ( Irónico, realmente le tengo miedo a las profundidades y al océano, pero en esa realidad me sentía completamente distinto)

Mi cuerpo actuó por si sólo, mis piernas se movieron en contra de mi voluntad y saltaron detrás de esas personas que, extrañamente, deseaba estar con ellas.

Caí al agua. Los primeros segundos fueron como lo esperaba, nadando lentamente viendo cómo la distancia entre esas personas y yo se hacía más grande, sumando el hecho de que dentro de poco tendría que subir a la superficie para respirar; ( lo cómico es que, hasta ahora, no me pregunté el por qué ellos nunca hicieron eso). Pasó lo que creía que eran unos minutos y, para mi sorpresa, esa sensación de pesadez y falta de oxígeno que creí sentir, había desaparecido por completo. Mi cuerpo se volvió ligero y la falta de aire no se volvió un problema; sentía que estaba volando.

Es hermoso, poder estar dentro de un mundo tan natural, pero a la vez tan ajeno para nosotros los humanos; un mundo lleno de vida, hermosos colores y un enorme espacio en el cual moverse con total libertad... Simplemente, un lugar al cual desearía llamar "hogar".

Sintiendo mi cuerpo tan ligero, y como normalmente pasa en sueños, pude nadar a una gran velocidad, la suficiente para alcanzar a esas personas y a la chica que, el ser al cual yo representaba, no quería perder. Me vieron y se detuvieron, todos me sonrieron y, uno de los chicos, dijo una cosa que, en ese momento, provocó una sensación tan estremecedora que, ahora estando consciente, puedo recordar dicha sensación. Sonreí, no me pregunten por qué, y me acerqué a la única mujer del grupo. En ese instante, mi corazón, o mejor dicho, el corazón de la persona que protagonizaba, latía y se confundía con sus propios sentimientos. La tomé por la cintura, sí, todo lindo, y me acerqué a ella hasta reducir la distancia de nuestros rostros a unos pocos centímetros y comenzar a decir unas cosas que creo poder recordar:

- No quiero perder algo que fue tan difícil de conseguir, un mundo tan maravilloso y espléndido que ni en los más hermosos sueños podría imaginar- en ése momento, una enorma nostalgia surgía en mi, acompañado de una tristeza notoria; podía sentir como el llanto se cohibía en mi garganta y las lágrimas, irreconocibles por el océano que nos cubría, salían de mia ojos. Observaba el rostro de esa persona, esos enormes y hermosos ojos azules que resultaban cada detalle de su cara y cabello que ondulaba con la corriente del agua; luego dije lo siguiente: " quisiera compartir éste mundo con la persona que amo, pero... Esa persona no eres tú". Yo mismo me quedé sorprendido por haber escucado la palabra " amor " ser utilizada, pero más allá de eso, quedé más sorprendido aún cuando, después de haber hecho todo eso para ver a esa persona, di la vuelta y regresé en búsqueda de una persona que no sabía dónde encontrarla.

Al final, llegué a lo que parecía ser una isla, lugar donde me encontraba en un principio. Salí del agua y, mirando a todos lados, buscando a dicha persona desconocida para mi, un hombre un tanto más alto que yo me pone la mano en el hombro y, seguido de eso me dice las siguientes palabras: " conseguir un lugar al que creiste nunca pertenecer es un logro. Ahora, -----, ¿la conseguirás?-

No puedo recordar completamente sus palabras, ni el por qué me las dijo desde un principio, pero lo que no está en duda, es que tenía que buscar a alguien justo antes de despertarme y acabar con esa realidad creada en lo más profundo de mi cabeza.

Un mundo al que desearía llamar hogar, ese sería un verdadero logro.

No tengo claro quién era la persona que debía encontrar, ni el por qué pude sentirme tan libre y feliz en las profundidades que tanto terror me causa, pero lo que puedo asegurar, es que, en ese mar lleno de vida y colores, dejé regados todos esos sentimientos que espero nunca olvidar.

Sueños: no sabes si eres tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora