El Cambio De Mi Vida [Gerard Way]

Cap#28

  - Siganme - dijo Gerard yendo hacia un lado de la escalera. Lo seguimos y nos dimos cuenta que en la pared había una especie de puerta oculta.
- Oh, esto es nuevo - dije sorprendida y reí por lo bajo. Gerard abrió la puerta y pasamos. Cerro la puerta y encendió la luz. Frente a nosotros habían muchísimas armas: rifles, escopetas, pistolas, cuchillos, etc. Quedamos sorprendidos, Gerard tomo dos pistolas y se las guardo en una parte del pantalón. Saco otra pistola y se acerco a mi - ¿Sabes usarla? - me pregunto.
- Mi padre me llevo a un campo de entrenamiento cuando era pequeña y alli me volví profesional - dije sonriendo.
- ¿Enserio? - pregunto.
- No - dije riendo - Ni siquiera se cambiar balas - Alice y Mikey rieron mientras Gerard le pasaba el arma a Mikey. El la guardo en su pantalón y salimos de la pequeña habitación.
Caminamos hacia la salida, estaba nerviosa. Ni siquiera sabia que podría pasar una vez allá. Antes de salir por la puerta nos detuvimos.
Gerard y Mikey se pararon en frente de nosotras.

- Es mejor que ustedes no vengan - dijo Gerard haciendo una mueca.
- No, no, no - dije enojada - Por supuesto que iremos con ustedes
- No ____, es muy peligroso - dijo Gerard.
- ¿Y para ustedes no lo es? - dijo Alice al igual de enojada que yo.
- Si, pero es diferente - dijo Mikey.
- ____... si algo te pasa, juro que... - dijo Gerard mirando al suelo preocupado y lo tome del mentón para que me mirara.
- Mientras este contigo se que nunca me va a pasar nada - dije sonriendo y el hizo lo mismo. Me abrazo y beso mi mejilla.
- Cuando se tornen las cosas violentas, quiero que agarren a nuestra hermana menor y se la lleven, no importa lo que pase, tienen que salir las tres a salvo ¿Entendido? - dijo Gerard mientras salíamos de la casa y nos dirigíamos a el auto, directo a el mismo infierno de hace rato.
- Gerard... - dije pensando.
- ¿Entendido? - me miro a los ojos seriamente y asentí sin decir nada, pero no muy convencida.

Entramos a el auto, Mikey al volante, Gerard a su lado y nosotras atrás. Encendió el auto y fuimos directo a aquel infierno.
Alice y yo estábamos nerviosas. Se notaba. Yo jugaba inquieta con mis dedos y Alice retorcía un poco de su cabello en su dedo indice.
Luego de unos largos minutos llegamos, era la parte de atrás de aquella casa rara. Gerard y Mikey se giraron a vernos.

- Ustedes esperaran afuera - dijo Gerard mirándonos - ____ te mandare un mensaje cuando este todo despejado, ahí es cuando ustedes entran a buscar a Alison - con que así se llama la pequeña. Asentimos y todos bajamos del auto, Mikey y Gerard cargaron sus armas y comenzamos a caminar hacia la puerta trasera de la casa. Gerard se veía tan sexy con su arma y el viento dándole en la cara, moviendo algunos de sus cabellos rojizos.
Llegamos a la puerta trasera, Gerard y Mikey se pararon a ambos lados, se miraron y asintieron. Gerard abrió la puerta, la cual estaba abierta, y entraron. La cerraron y eso fue todo.

- ¿Crees que lo lograremos? - dijo Alice en un susurro.
- Eso espero - dije suspirando nerviosa.
- Tranquila - puso su mano en mi hombro. Escuchamos un ruido, al parecer era un auto, mire a Alice nerviosa y corrimos lo mas rápido que pudimos hacia atrás de unos arboles, la casa quedaba cerca de un bosque... típico de película de terror.
Nos agachamos detrás del árbol, mire a Alice y le hice una seña para que viniera mas atrás del árbol, por si las dudas.
Una camioneta negra de vidrios blindados se estaciono en frente de la puerta. Del vehículo bajaron cinco tipos. Cerraron las puertas de la camioneta con fuerza, que hizo que Alice y yo nos sobresaltáramos un poco.
Entraron por la puerta, unos minutos después se oyeron disparos, me asuste mucho, me levante y salí corriendo hacia la puerta pero antes de que la abriera Alice me detuvo.
- ¿Que crees que haces? - me regaño.
- Gerard... - dije con miedo - Esta... esta en problemas, tengo que ayudarlo - dije mientras se me caía una lagrima. Alice me la limpio con su dedo indice y me abrazo. En eso vibro mi celular, lo saque de mi bolsillo trasero de mi jean negro y vi un mensaje de Gerard. Lo abrí y este decía: "Mikey esta herido, necesito que me ayuden a sacarlo, yo iré por Alison". Mire a Alice un poco triste y ella puso cara de confusión.
- ¿Que pasa? ¿Que te dijo? - dijo algo preocupada por mi reacción.
- Mikey... esta herido - dije triste y ella abrió los ojos y entro por la puerta. Unos metros mas allá de la puerta, allí estaba Mikey tirado en el suelo envuelto en un charco de sangre, Gerard estaba a su lado triste y a punto de llorar. Nos acercamos rápidamente y Gerard le decía cosas a el oído. A sus costados estaban los cuerpos de los tipos tirados en el suelo con hoyos en sus cuerpos por las balas.
- Por favor hermano, no me dejes - sollozo. Toque el hombro de Gerard y me arrodille para quedar a su altura.
- Ve por la pequeña, nosotras nos encargamos - dije haciendo que se levantara, lo tome del rostro y lo bese. Hizo un intento de sonrisa y camino por un angosto pasillo. Aquel pasillo que me llevo a aquel horrendo lugar de prostitutas. Y pensar que yo estaba a punto de ser una de ellas... no quiero ni pensarlo.
- Mi amor, por favor, no te mueras - dijo Alice llorando mientras acariciaba con desesperación la ya pálida cara de Mikey. Lo levantamos como pudimos y salimos de la casa, caminamos rápidamente a nuestro auto y lo pusimos en la parte trasera. Alice se subió con el, recostando la cabeza de Mikey en su regazo.
Me subí a el lado del volante, pocos minutos después Gerard salio con Alison en brazos. Corrió hacia el auto y abrió la puerta del lado en que estaba yo. Me dio a la pequeña que me miro con ojos de ángel y cerro la puerta. Dio la vuelta para después subirse a el auto y encenderlo.

Condujo por unos minutos a velocidad un poco alta y llegamos a el hospital mas cercano. Bajamos a Mikey, Alice paso un brazo por sus hombros y Gerard hizo lo mismo. Yo aun tenia a la pequeña en brazos, la cual no entendía nada de lo que estaba pasando.
Entramos por las puertas del hospital y unas enfermeras que estaban allí nos miraban sorprendidas.

- ¡Por favor! Ayúdenme, mi hermano... se desangra - dijo Gerard llamando mas su atención. De inmediato una se fue y volvió a los pocos segundos con una camilla.
- Recuestenlo aquí - dijo la chica. Lo recostamos con cuidado en la camilla y dos doctores y una enfermera se lo llevaron. Gerard fue tras el pero una enfermera lo detuvo.
- Joven, tiene que quedarse aquí y esperar - dijo la enfermera.

Estábamos en la sala de espera, ya eran cerca de las dos de la madrugada. Gerard estaba llenando formularios mientras que Alice caminaba de un lado hacia otro nerviosa. Yo tenia a Alison en mi regazo mientras miraba por la ventana, estaba lloviendo.
- ¿Como te llamas? - rompió el silencio la pequeña dándose la vuelta para verme mejor.
- ____ - le sonreí.
- ¿Cuantos años tienes? - pregunto, tenia un gran desarrollo verbal, aunque le faltaba un poco mas.
- Diecisiete - la pequeña me miro algo extrañada y reí - ¿Y tu?
- Así - dijo mostrando sus cuatro deditos - Los cumplí hace un mes - dijo algo triste - Pero no me dieron mi regalo de cumpleaños - dijo algo triste.
- Adivina que... - le dije haciendo que levantara su mirada.
- Yo te voy a regalar algo - dijo tocando la punta de su pequeña nariz.
- ¿Enserio? - dijo la pequeña emocionada y asentí sonriendo. Esta pequeña era una dulzura, tez pálida, ojos algo verdes y cabello negro.
Vi a Gerard acercarse a nosotras. Se sentó a nuestro lado y la pequeña quiso ir con el. Gerard la tomo y la sentó en su regazo.

- Gee - dijo la pequeña llamando su atención.
- ¿Si preciosa? - pregunto tratando de no sonar tan desanimado.
- ¿Que le pasa a Mikey? - dijo algo triste. La pequeña no era tonta, sabia que algo pasaba.
- Esta enfermo - le explico Gerard para no poner mal a la pequeña. Alison se le acerco a el oído y puso su manito a un lado de la boca, como queriendo contarle un secreto.
- ¿____ es tu novia verdad? - susurro la pequeña, aunque fue un susurro bastante audible. Gerard rió y me miro con una sonrisa en su rostro.
- Algo así - sonrió Gerard y tomo mi mano para entrelazar nuestros dedos. De pronto una enfermera salio con cara de pena y se acerco a nosotros, Alice se acerco también para oír la noticia.
- Tengo que comunicarles algo...