One-Shot

6.3K 548 63
                                    

Hace muchos años, cuando los ángeles bajaron al mundo, muchos de ellos hicieron sus propias vidas, enamorándose, casándose, teniendo hijos. Todos, menos un ángel, un ángel que había bajado a la tierra en forma femenina, una forma que rara vez se daba, pues solo se concedía al ángel más puro.

Después de años y años en la espera de algún hombre, el ángel había comenzado a perder toda esperanza.

"No quiero morir sola".

Pensó el ángel antes de dormir, como todas las noches, deseando que al día siguiente pudiera encontrar al fin al hombre que la haría feliz. Pero lo que ella no sabía era que nunca lo encontraría en el día; si no en la noche.

- ¿Quién anda ahí? - Preguntó el ángel ante el sonido que se había producido en su pequeña casa.

Al no escuchar respuesta, el ángel se levantó de su cama y caminó hacia el lugar de donde había provenido aquel sonido. Ella buscó y buscó pero no pudo encontrar el origen del sonido, así que regresó a su habitación, donde se llevó un gran susto.

Parado frente a su cama, se encontraba un hombre de piel cobriza con cabello oscuro y unos enormes y penetrantes ojos negros. Todo en él era atemorizante, pero por alguna razón, a ella no le daba miedo.

- Matar al ángel -Susurró- Matar al ángel que portará en el vientre al niño elegido.

El demonio se acercó más al ángel, con la daga en la mano, preparado para matarla, pero al verla de cerca se dio cuenta de su belleza, una belleza tan pura que le nubló los sentidos.

Su larga melena dorada y sus grandes ojos turquesa brillaban levemente en la oscuridad.

"Es ella" Pensó "Tiene que ser ella el ángel que debo matar, el ángel más puro de todos".

El demonio no sabía qué hacer, él debía matarla, pero no podía, no quería matar semejante pureza, así que soltó la daga y terminó por romper el espacio que los separaba.

- No quiero hacerte daño - Dijo el demonio al ángel - Ya no, no puedo.

El ángel conmovido, lo invitó a tomar té, era algo insignificante, pero no sabía de qué otra manera podía agradecer al hombre por haber salvado su vida.

Esa noche hablaron hasta el amanecer, preguntándose cosas, relatando la historia de sus vidas, hablando de ellos mismos. A ella no le importó que él fuera un demonio, como tampoco a él le importó no haber cumplido la orden dada. Todo lo que ellos querían era pasar más tiempo juntos, así que hicieron un acuerdo.

Todas las noches se verían al llegar las 12 y platicarían de nuevo, conociéndose cada vez más.

Después de varias noches el demonio le declaró su amor al ángel y fue así como su relación se convirtió en algo más que amigos.

Ambos se amaban y aunque sabían que su amor era prohibido querían compartir sus vidas, estar juntos y formar una familia.

Fue entonces que decidieron casarse en secreto.

La noche en la que se unieron en matrimonio, no solo unieron sus almas, si no sus cuerpos y corazones.

Semanas después de haberse comprometido, una madrugada el ángel se levantó vomitando y fue esa misma noche, que los visitó un espíritu.

Ese espíritu no era ni blanco ni negro, si no gris, un partido neutral. Era un espíritu del orden.

- Su hijo es el elegido, deben protegerlo - Dijo - Él siendo el único ser que posee bien y mal en su interior será el único capaz de restaurar la paz y la tranquilidad en el mundo.

El demonio y el ángel no sabían que hacer, pues el niño debía ser ocultado de ambos líderes, pero a pesar de que estaban asustados, esperaban con ansia a la pequeña criatura.

Al pasar los meses, el bebé por fin nació, pero la felicidad no duró mucho, pues fue entonces cuando el infierno se desató.

- Ese niño nunca debió nacer - Gritó furioso el líder del demonio.

- Los bandos no deben mezclarse - Dijo pacientemente el líder del ángel.

Ambos trataron desesperadamente de convencerlos de que el niño debía vivir, de que tenía un importante destino, pero desgraciadamente, ninguno de los líderes les creyó y los tres fueron castigados.

El demonio se convirtió en el sol, condenado a arder por la eternidad, mientras que el ángel se convirtió en la luna, condenada a vivir sola en la oscuridad, pero al ser un ángel, producía luz propia.

Cada uno en polos opuestos de la tierra, para que así no pudieran jamás poder volver a estar juntos.

Su hijo, fue quien obtuvo el peor de los castigos, ya que fue cortado en millones de pedazos y convertido en pequeñas esferas de gas, brillantes como su madre pero letales como su padre.

Por eso, al ver las estrellas te da paz, pues era esa la misión que el bebé tenía para el mundo.

El demonio y el ángel aún intentan estar juntos, y cada determinado tiempo lo logran por unos instantes, pues es así como se producen los eclipses solares.

Ahora que ya sabes la historia detrás del Sol, la Luna y las Estrellas, será mejor que lo guardes en secreto, pues no queremos que ambos líderes sepan que su secreto se ha revelado.

~•~•~•~•~•~

Hola! Espero que les haya gustado:)


¡Gracias por leer!

🎉 Has terminado de leer Cuento: El Castigo por Enamorarte de lo Prohibido 🎉
Cuento: El Castigo por Enamorarte de lo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora