No hay luz, sin oscuridad.

La leyenda de la Sra. Potter

3 años después...

1984, Mansión Malfoy.

-Uno, do, te, cuato... mmm no me acuedo que sigue... ¡Lito o no, allá voy!

La niña salió corriendo en busca de su hermano y otros amigos. Era el cumpleaños número 4 del pequeño Draco Malfoy, por lo cual sus padres habían invitado a unos cuantos amigos, entre ellos, los Parkinson con su hija Pansy, Los Greengrass con Daphne y Astoria, ambas hijas del matrimonio, los Zabini con su primogénito Blaise y por último El Sr. Nott con el pequeño Theodore. Para una pequeña pero sofisticada y elegante celebración. Mientras los niños corrían por toda la gran mansión, jugando a las escondidillas, los adultos tomaban whisky de fuego y charlaban en la sala.

-Draco no es justo tu hemana no sabe contar y no podemos escondernos bien.

-Cállate Pansy ella es pequeña aun.

La niña buscaba a sus amigos, pero ya se estaba aburriendo, ni siquiera le gustaba ese juego, pero era cumpleaños de su hermano y como era su día todos jugaban lo que Draco quería. Ella andaba por la casa intentando encontrarlos, cuando alguien entro por la puerta, y la niña se olvidó de todo, corrió feliz hacia el recién llegado que ya la esperaba sonriendo con los brazos abiertos. La cargo y le dio un par de vueltas haciendo reír con fuerzas a la pequeña.

-¡PADINO! Te extañe ¿Po que no había venido a veme?- Pregunto con un puchero en su boca, era adorable.

-Perdón Lucy, he tenido mucho trabajo, pero tratare de venir más seguido.

-Siiii - Y le dio un beso en la mejilla

En ese momento los 6 niños restantes salieron de sus escondites al notar que la pequeña no los buscaba ya, siempre les hacía lo mismo, se aburría de buscarlos y mejor se iba a divertí con otra cosa. Cuando los niños vieron al recién llegado gritaron.

-¡LLEGO EL TIO SEV!

Los niños corrieron abrazarlo, lo adoraban y tanto él como los padres de los niños no tenían muy claro, el porqué. Con Lucy y Draco era obvio los procuraba mucho, era cariñoso con ellos y le traía regalos, todos sabían que eran la adoración de Snape, pero los demás niños solo lo seguían por inercia, no los trataba mal pero Snape nunca fue una persona que inspirara ser adorable.

Los adultos que habían escuchado el grito de la niña salieron al recibidor ver a Snape que estaba cargando a la pequeña Lucy, la imagen resultaba para las mujeres tiernas, y para los hombres algo perturbadora. Era irreal ver al mortifago ser cariñoso.

-Snape te estábamos esperando - Le dijo a forma de saludo Lucius Malfoy y dirigiéndolos de nuevo a la sala

-Así es, tenemos asuntos que proponerte.- Dijo el Sr. Nott

Narcisa tomo a su hija de los brazos de Snape para bajarla y volviera con los demás niños. Pero la niña se resistió

- ¿Que pasa cariño?

-Ya no quiedo juga, estoy cansada mami

-Está bien vamos a la sala pero quiero que te comportes ¿vale?

-Si mami

Las dos mujeres Malfoy entraron a la sala donde había surgido una discusión, una muy enojada señora Greengrass regañaba a los hombres de esa sala.

-Pero es que se han vuelto locos, los niño son muy pequeños aun, los más grandes tienen 4 años, mientras ¡Tory y Lucy apenas llegan a los 3! ¡Por Merlín, es una locura!