Perdóname |l.s| OS

Perdóname OS

N/A: Es importante que escuchen la canción de multimedia mientras leen.. la historia se parece a la letra ;)

Disfruten la lectura..

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Llevaban días peleados. Todo había empezado con algo tonto, y terminó en un error.

Estaban cansados. Hace más de 3 años que venían luchando contra su realidad. Se mostraban fuertes, cuando no lo eran. No solos.

Habían pasado por muchas cosas, pero de todas formas lucharon por no dejarse caer, y se mantuvieron firmes. Se necesitaban como a nada en éste mundo. Pero, aún así, estaban separados.

Se preguntarán por qué. Todo por caprichos infantiles, podría decirse.

Ésa pelea permanecía en su memoria. No dejaba de atormentarlos. Hace varias noches que no duermen juntos. Directamente, no duermen.

Louis no se encontraba en el departamento, y no llegaba hasta muy tarde. Harry se la pasaba muy triste, y terminaba llorando. El cansancio se notaba en sus rostros.

Es increíble el daño que te puede hacer la falta de una persona.

Todo continuó así por meses. Ninguno decidió hacer nada para arreglarlo.

Hasta que llegó ése día. Ése inesperado suceso que cambió las cosas.

"Eran alrededor de las 4.00 am y Louis no llegaba.

Harry se encontraba en la habitación que ambos compartían (antes de la pelea), más precisamente acostado en la cama, en posición fetal. Sus ojos estaban rojos e hinchados, y ojeras violáceas muy oscuras caracterizaban su rostro. Sus orbes verdes no tenían brillo, lo habían perdido hace mucho tiempo.

Se sentía desecho, sin vida. No comía bien hace días y todo le daba lo mismo.

Realmente necesitaba las caricias de Lou, y a su sonrisa. Y sus ojos, eran su cielo. Evidentemente, hace días que no veía el verdadero cielo.

Mientras seguía pensando en él, cerró sus párpados. Una lágrima recorrió su mejilla, como lo han hecho otras anteriores.

De repente, escuchó un ruido proveniente de la sala. La puerta se cerró. Aunque el ruido no fue demasiado fuerte, Harry lo escuchó.

Alarmado, se sentó de golpe y secó sus lágrimas. Aunque fue totalmente en vano, las ojeras y los ojos hinchados y rojos lo delataban. Escuchó unos pasos por las escaleras y luego como la puerta de su habitación se abría lentamente, revelando la figura de Louis.

Sus miradas se cruzan, como hace tiempo que no lo hacían, y no pueden evitar dejar caer las lágrimas que no habían salido a la luz durante todo este infierno.