Luz se quedó en el bosque, ya convertida en humana, y pensó:
~¿por qué aparecieron esos espíritus, queriendo atacarme?~
Ella se transformó y fue hacia el jardín encantado, donde podía encontrar a sus compañeros. Entró al pasadizo, en forma humana, y vio al grupo jugando un juego de tablas por el aburrimiento.
-¡hola!- dijo la heredera.
-¡hola!- respondieron todos con una sonrisa.
Rossi vino y abrazó a su querida princesa.
-quería preguntarles si sabían de unos espíritus que me persiguen- empezó a hablar Luz.
-mmm...- murmuró el sabio. -deben querer tu poder- dijo y siguió- saben que tu poder es impresionante y aprovechan, que no te haz recuperado de todo, para sacártelo- terminó de explicar.
-tendrás que volverte más fuerte- dijo Sam, después de que terminara de hablar Andrés.
-para hacerlo, tendrás que enfrentarte a los peligros, en un viaje lejos de nosotros, para aprender a cuidarte sola- explicó Estela.
-yo te acompañaré- propuso Rossi.
-gracias, pero tengo que hacerlo sola- dijo Luz.
-no... deja que te ayude- comentó el anciano.
-está bien- aceptó la heredera contenta.
-¡¿y cuándo partiremos?!- dijo Rossi ansiosa.
-mañana por la mañana- contestó el sabio.