Llegó el día y armándome de valor me dirigí absolutamente sola a la colina, no sabía cómo me iba a encontrar a mi hijo...
Hacía frío...
Cinco minutos después llegó New con su capa, acompañado de otra persona que no sabía aún de quién se trataba.
-Hola- dije dubitativa, mi hijo no estaba....
-Hola- dijo la persona oculta tras la capa, era una mujer...
-¿Y mi hijo?- rompí a llorar y mi pulso aceleró.
-¿Y la espada?- Preguntó esta vez New.
-La trae Bean...- se fue apagando mi voz.
Llegó otra capa...
-vale...- dijo New con una sonrisa maléfica- Vladimir asegurate de que Martina no haga ninguna tontería- mientras Vladimir se acercaba, mi miedo aumentaba enormemente.
Vladimir me llevó a una cabaña que se encontraba a unos veinte metros de la colina.
-¿A qué juegas?- le incriminé descaradamente.
-Yo no juego con nadie... En cambio, tú... Me han informado que te gusta jugar...- sonrió como New anteriormente.
Acto seguido sacó de debajo de su capa una cuerda y me ató contra mi voluntad, me metió un calcetín en la boca para que nadie pudiera oírme e hizo conmigo lo que quiso mientras New y Bean se encontraban. Al final, cuando me soltó, me encontraba destrozada pero... No podía decir nada, sino... La guerra no tendría sentido, Bean me odiaría y me dejaría.
Al fin, pude articular palabra.
-Por esto, era lo de sola- me afirmé a mí misma en voz alta.
Asintió.
Me fui sin articular palabra y corrí hacía donde estaba el lago, allí encontré una piedra y me la guardé en el bolsillo, era una piedra particular.
Justo detrás de mí estaba una persona.
La mujer de la capa, ¿Qué querría?- me pregunté.
-Hola- comenzó a decir, mientras yo, permanecía quieta e impasible- no sabes quién soy, estúpida...
-¿Quién eres?- pregunté furiosa y desafiante con la mirada.
-Soy tu pesadilla, encubierta por New, todo tu odio hacia él sólo es ficticio, yo soy la culpable de tus calamidades, pero eres tan idiota que no te has dado cuenta- me tocó el hombro izquierdo.
-No me manipules...
-No te manipulo- me giró en un movimiento rápido y seco- es cierto, soy la esposa de New, cuando lo conociste alguien te contó que New había conocido a una mujer... Soy yo, tu peor pesadilla, intentaste meterte en mis asuntos y no te salió nada bien, New me pertenece.
-¿Cómo?, no puede ser...- me ahogué en mis propios pensamientos hasta el momento en el que sucedió todo, esa sombra, era ella...
-¿Eres feliz?- sonrió riéndose de mí.
-No. En estos años, he conocido a cuatro personas en mi vida que me han defraudado muchas veces, tú eres la culpable.
-Sí- afirmó, mi rabia hacía que algunas lágrimas valientes se derramaran por mis ojos desapareciendo lentamente.
-¿Por qué?- pregunté.
-Porque te entrometiste y lo has seguido haciendo, no sabes ni de quien es tu hijo, no sabes nada de nadie ni de tí misma, me das pena- decía mientras me rodeaba- no puedes acabar conmigo, Vladimir ha hecho eso porque yo lo he manipulado, soy la bruja más poderosa de todos los mundos, no debiste meterte en donde no te llaman. Tu abuela... ¿Ya no te llama?- sonrió esperando mi conclusión.
-Hace tiempo que no...- entonces llegué a la conclusión, fue ella, murió por ella, el dolor me invadió.
-Tu hijo, ya no está- se rió.
El pánico me invadió totalmente, necesitaba a Bean, ya.
La miré, la odié, ella se lo buscó.
El prado se volvió rojo, rojo sangre, cada vez más cantidad, ya había acabado todo, ahora había paz, mi paz, la felicidad me invadió antes de que todo se quedase negro, la guerra había terminado.
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Sí o No
RomanceUna joven llamada Martina D'Amico ha viajado a Roma en busca de trabajo, pero sin esperárselo se ve envuelta en un pentágono amoroso compuesto por cinco personas, del que le será muy díficil decidir con quién enamorarse de verdad. Cuando al fin deci...