Castigo?

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R: no es justo, no es justo –hacía berrinche-

La castaña no la estaba pasando bien, sabía que tendría problemas al día siguiente pero ese era el menor de sus problemas en ese momento.

B: recuerdas que te prometí hacerte un baile privado? –dijo lanzando apasionadamente a la latina hacia la cama de la habitación-

S: lo recuerdo –dijo entre sonrisas pícaras mirando con lujuria a la rubia que tenía en frente suyo a unos pasos de ella-

B: puedes pienso cumplirlo ahora mismo –dijo mientras trataba de buscar la postura correcta para mantenerse en pie y llevar a cabo el mencionado baile-

S: no sé si tu baile supere el que he visto en el club –dijo picándola-

B: aaah vamos a verlo –dijo mientras tarareaba una canción-

S: hermosa –susurró sin que la rubia pudiera escucharla-

B: taaa – rarararara –raaaa –decía mientras hacía unos seductores movimientos-

S: me gusta lo que veo –dijo mientras la miraba embobada-

B: será mejor que te prepares –dijo lanzando la pequeña falda que llevaba en dirección se Santana-

El baile que atropelladamente había improvisado la rubia definitivamente era de lo mejor que la latina había visto en su vida, no se comparaba con nada, a la latina sólo le bastaba que fuese ella la que lo hiciera para que fuera magnífico, para que sea inolvidable para que mueva en ella cada fibra de su ser.

B: amo cada parte de ti –decía entre gemidos en la oreja de la morena-

Cada gemido de la rubia hacía que la latina la deseara más, que sus ganas de amarla crecieran, que buscara poseerla, que la quisiera hacer suya.

S: eres mía –dijo dejando un camino de besos por el vientre bajo de la rubia-

B: siempre lo seré –dijo mientras sus manos estrujaban las sábanas-

S: me encargaré de cada hacer que mantengas esa promesa

La noche de aquella pareja definitivamente había terminado de la mejor manera, nunca era suficiente tenerse la una a la otra, nunca era suficientes los besos, las caricias, nunca se cansaban de amarse.

R: pero qué demonios!!! –dijo cayéndose del sofá debido al gran estruendo-

J: ya amaneció –gritó lanzándose sobre la castaña-

R: rayos, rayos –dijo luchando con el gran dolor de cabeza—

Q: es hora de levantarse –dijo alzando todo el volumen del equipo de sonido-

S: pero qué demonios sucede? –preguntó saliendo alarmada por el pasillo mientras mantenía sus manos tapando sus oídos-

Q: ya amaneció –dijo mirándola con malicia- y es ---dijo mirando a su hijo-

J: día de limpieza ¡!! –gritó emocionado-

S: hablas en serio? –preguntó con evidente molestia-

R: tiene que ser ahora? –preguntó cautelosa al saber que a la rubia aún no se le pasaba el enojo por lo ocurrido el día anterior-

B: que ocurre aquí? –preguntó con las manos cubriendo sus oídos también-

J: día de limpieza –dijo con una brillante sonrisa-

Q: esta casa es de locos, así que necesita una mano femenina ya mismo, algo de limpieza –dijo mientras tomaba entre sus manos la escoba-

Los años pasan, la gente cambiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora