A las cinco de la tarde alguien tocó la puerta.
Sinceramente esperé que fuese Harry, para disculparse por su comportamiento. Pero luego me reí de mí misma por pensar eso, llevo conociéndolo poco tiempo, sin embargo el suficiente para saber que no se retractaría de nada de lo que haga.
Al abrir, tenía a un señor frente a mí, estaba prácticamente vestido igual al conserje, así que supongo que se trataba de un plomero.
-Buenas tardes, ¿Qué se le ofrece?
-Buenas tardes. Me han enviado aquí para reparar algunos desperfectos que tiene el departamento.
-¿Quién lo ha hecho?- Fruncí mis cejas juntas.
El hombre miró una pequeña libreta de bolsillo que llevaba con él.
-Darcy Wells.
¡Darcy! Esa mujer no me va a dejar ocuparme de las cosas por mí misma. Esta no es mi idea de independizarme.
-Pase adelante- Me hago hacia un lado para que pueda entrar, y lo hace, mirando los alrededores -Disculpe el desorden, pero me acabo de mudar, y no tenía idea de que usted venía para acá.
-No se preocupe.
-He estado teniendo problemas con goteras, y ahora hay una horrenda grieta a un lado de la pared.
-Este edificio para ser bastante viejo, debió ser construido a principios del siglo pasado. Y como en Glastonbury nadie se preocupa por mantenimientos, este fue el resultado- El hombre se detuvo a un lado de la gran grieta de la cual le hablé.
-Comprendo.
-Tardaré unas dos horas en esto.
Estuve de acuerdo, y simplemente me senté en el sofá de la sala de estar mientras el hombre reparaba los daños del departamento.
Al conserje no le gustará esto.
Darcy llegó alrededor de quince minutos después.
-Veo que fue puntual- Dijo entre risas, refiriéndose al plomero.
-Sabes que no tenías que hacerlo. Empecé a trabajar, con suerte en un mes o algo más, podré pagarlo.
-No tienes que pagar nada, ya lo hice yo. Mejor siéntate y cuéntame qué tal te fue en ese nuevo trabajo tuyo. ¿Todo bien? ¿Ninguna chica rubia haciéndote la vida imposible, como en las películas?
-No- Dije, después de reír por su comentario -. Pero experimenté algo muy... extraño.
-¿Qué sucedió? ¿Algún niño pegándose en la frente con la pared? ¡Eso se ve en todas las escuelas!
-¡No! Estoy hablando de un probable encuentro paranormal. O... ni siquiera sé lo que fue.
Estaba preparada para cualquier cosa: que se riera en mi cara, que midiera mi temperatura y preguntara si estaba enfermera, o que me dijera que se trataban de los nervios del primer día de trabajo.
Pero en vez de todo eso...
-Cuéntame más.
Le conté lo sucedido, y ella lucía tan consternada como yo.
-He ido a ese colegio varias veces, sabes, ahí trabaja mi tía. Y te puedo decir que nadie se puede colar ahí dentro una vez que se cierran las puertas.
-Lo sé, Darcy, lo sé. La verdad no sé que pensar sobre eso. Cuando le conté a Harry...
-¿Harry?- Alzó las cejas -¿El chico raro de la puerta de al frente?
-¡Darcy, por favor!- Reprendí. Era una manera muy despectiva de referirse a la gente -Él no es raro, sólo es... retraído. No le gusta congeniar con la gente tan a menudo.
-Sí, claro. ¿Sabías que una vez hace un tiempo, no salió de su departamento por un año entero?
-Eso no puede ser verdad- Defendí, sin saber realmente porqué.
Harry no había sido exactamente malo conmigo desde que llegué aquí, solo es un poco peculiar. Pero, ¿Quién es exactamente igual a otra persona? Nadie. No puedo juzgarlo por ser un tanto distinto.
-¿Qué le estará pasando a Kiera Collingwood que defiende tanto a un chico?- Entrecierra sus ojos en mi dirección -Me huele a atracción.
-Cariño, nunca me dejaste terminar la frase. ¿Puedo hacerlo? Tú eres la única a la cual le puedo contar y no me dirá que estoy loca.
-Evades el tema, mmm... mis sospechas se materializan con cada segundo que pasa.
-Cuando le conté es como si ya no fuese él mismo. Prácticamente me echó del coche, lucía molesto, impactado. Pero en ningún momento nervioso. Es como si sólo se hubiese molestado por eso...
-El problema está solucionado.
Nos sobresaltamos por la voz masculina detrás de nosotras. El plomero finalmente había terminado su trabajo. Le agradecimos, pagamos y se fue.
Caminé hasta mi habitación, el lugar donde habían más goteras, sobre todo una enorme que estaba mojando mis pertenencias. Ya no estaba, había sido cubierta.
Suspiré en alivio.
-Podré vivir en paz- Alargue, y luego reí -. No sabes cuánto te lo agradezco- Envolví a Darcy en un abrazo.
-Ya tienes mucho sobre tus hombros, ayudaré en lo necesario. Me debo ir, suerte con ese nuevo enamorado tuyo- Rió ante la mirada de muerte que le brindé -. ¡Oh, por cierto! Casi se me olvidaba. Me gustaría que atendieras conmigo a una exposición de arte dentro de una semana, será divertido. Habrán pinturas de artistas poco conocidos pero muy talentosos, y el tema principal es terror.
-Veré si mi horario me deja.
-¡Claro que te dejará! Es un sábado. No tienes excusa. Hasta entonces, señora de Styles- Movió sus cejas de arriba abajo, guiñándome un ojo antes de desaparecer por la puerta.
Bueno... sí. Harry me atrae. No lo voy a negar, ¿por qué? Ya soy una adulta, debo asumir las cosas.
Pero no tengo tiempo para preocuparme por eso ahora mismo. Prefiero mantener una amistad con él, tengo mucho con qué lidiar ahora.
Necesito estabilizarme por completo en Glastonbury, y quizás ahorrar un poco, con suerte podría volver a contratar a alguien como la Doctora Simmons.
Aunque no creo que hayan muchas personas tan dedicadas a su profesión como ella. Realmente me ayudó con mi acuafobia, y aunque se puede decir que no estoy ni cerca de estar curada, he tenido una rápida evolución con su ayuda.
Claro, yo ya no me encontraba en aquella ciudad, y no tenía el dinero para pagarle a alguien tan destacado.
Tomando los libros de planificación, empecé a trabajar en ello, poniendo todo mi esfuerzo y dedicación.
Si mejoraba, podría ser ascendida, y si eso sucedía, tendría más dinero para poder costear mis necesidades y evitar que Darcy pague por mis cosas a mis espaldas.
Estaba trabajando sólo con la luz de la lámpara. Entonces esta titiló y luego se apagó.
Fruncí el ceño, volviéndola a encender. Pero al cabo de unos segundos se acabó de nuevo, esta vez, sin volver a funcionar.
Cuando me levanté a encender la luz de la habitación, pasos se escucharon en la cocina.
Esperen... ¿pasos?
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Turbid Waters → styles
FanfictionUna simple mudanza a un humilde apartamento en Glastonbury le traerá graves problemas a la vida de Kiera Collingwood. Idea por laxrry. Portada por redun-dxnce. vipstyles; 2015.