Camino sobre la acera y veo a lo lejos una sombra no muy alta con el cabello alborotado acercándose a mi. Me coloco un mechón de cabello detrás de la oreja, me subo la falda nueva que me compré para esta ocación no me puedo creer que después de tanto tiempo hablando por redes sociales y otro medio que no sea las miradas que nos plantábamos en el receso del instituto.
Me siento en una de esas bancas que tenia el parque y prendí mi i-phone tenía un mensaje de él, no se cansa por lo visto, no comprende que es pasado y ahí se debe quedar en fin para cuando apago el aparato él estaba en frente mío me levanto para saludarlo y de un empujoncito cariñoso me sienta, se agacha y me da dos besos.
-Creí que no vendrías...ya sabes...
-No te preocupes, Harold ya habíamos quedado ¿no?
-Si, si pero por el tema de...
Y sin dejarlo continuar le tapo la boca y niego con mi cabeza, con una sonrisa de resignación.
-Déjalo atrás ya, no te tortures.
-Está bien Madisson.
Sonrío, sonríes, me miras, te miro, estúpidas sonrisas intercambiadas y frunces el ceño como recordando algo muy gracioso.
-Madi...
-Harold...
-Ya sabes que llevamos hablando mucho tiempo y que tu y yo sabemos lo que sentimos el uno por el otro y pues, por si no lo sabes... Te quiero mucho, muchísimo de verdad y no sabes cuánto, lo que pasó en tu pasado no me afecta en nada a mi y lo sabes, cariño ¿Quieres ser mi novia?
Es inevitable derramar lágrimas en un momento como ese, el chico que me gusta se me declara y olvida por completo mi triste historia, creo que merece una oportunidad pero no creo que sea conmigo, es demasiado bueno para mi y yo mejor ni te cuento, como me gustaría eliminar del año ese maldito mes, OCTUBRE. No hubiera pasado nada de nada si ese mes no existiera, todo tiene que ver con él con eso, con todo lo que paso en ese tiempo, no creo poder superarlo algún día ni con Harold a mi lado... Confundida cierro mis ojos y respiro, una, dos, tres.
-Harold...