¡Reglas para ser una buena novia! |Kuroko No Basuke| [PremiosKnB2017]

[Regla #1]

"¿Te han dicho que no eres una buena novia? ¿Tú novio está alejado últimamente?

Son tantas las presiones que se encuentran bajo nuestros hombros a la hora de pensar en ser una buena novia que en verdad nos olvidamos si realmente estamos sacando adelante la relación con nuestro mejor esfuerzo, o si simplemente estamos hundiéndola en el pozo más profundo.

¿Cómo solucionar estos problemas? Muy sencillo: ¡control! Muy fácil decirlo, pero muy difícil hacerlo ¿verdad? De todas formas, tranquilas, porque hoy en iFake voy a proporcionarte unas cuantas reglas que quizás te sean de ayuda para lograr controlar esas emociones femeninas que tanto nos cuesta manejar".

No podía dejar de pensar en lo que le habían dicho sus amigas y aquella revista que había leído.

"No eres una buena novia"

Y sus amigas tenían razón. Y el artículo tenía razón. Momoko no era una buena novia y apenas se había dado cuenta.

Que tonta había sido.

Siempre había creído que su relación iba de maravilla y que nada les faltaba. Creía que su novio estaba a gusto con su forma de ser; como estaba equivocada, a este paso terminarían sin haberse tomado de las manos.

Por eso recurrió a ello, aquella revista que estaba arrumbada en uno de los estantes de su madre. La revista adolescente iFake era una de las más populares entre las chicas de su preparatoria; Momoko no podía dejar de pensar que ese nombre era un poco extraño y en porque su madre tenía eso en su habitación.

Aun así sin importarle aquello, había tomado "prestada" la revista de la habitación de su madre para haber si encontraba algo útil que le ayudara en su relación. Pero todo era basura, hasta que encontró las "reglas para ser una buena novia", un tentador nombre. O eso pensaba.

Solo había leído media página y ya estaba harta de tanta estupidez. ¿Cómo las chicas de su edad podían leer eso?

No pudo soportarlo y tiro la revista a la primera persona que se le puso enfrente: su hermano mayor, Ren.

El chico le miro con confusión y tomo la revista en sus manos para ojearla.

—Creí que eras más... masculina—comentó su hermano, levantando una ceja.

—Lo soy, tengo grabado "masculinidad" en la frente—suspiró—. Ren, eres mi hermano y me quieres, ¿verdad?

—No.

—Hablemos de hermano a hermana, así que muévete y entra—le indicó, ignorando lo que le había respondido con anterioridad.

Ren entro a la habitación de Momoko cerrando la puerta por detrás y se sentó en el suelo frente a ella. Observó con cuidado la habitación de su hermana, jamás en su vida había visto la habitación de una chica irradiando más masculinidad que la de él. No había color rosa, maquillaje, peluches o cualquiera de esas cosas que tienen las chicas, en cambio, había más basura y ropa tirada por todos lados.

—¿De qué quieres hablar?—preguntó, con cansancio.

—Cosas.

—¿Qué tipo de cosas?

—Cosas de hombres.

A este punto, Ren ya estaba dudando de la sexualidad de su hermana y de su relación con aquel Kise Ryôta.

—¿Eres un hombre, verdad?—interrumpió Momoko sus pensamientos. Esta le miraba con duda.

—Sí, ¿y tú?

—No, eso creo—dudó—. El punto es que... bueno, me di cuenta de algunas cosas hace rato.

—¿Quieres ser una niña de verdad?—adivinó.

—¡No! Bueno, sí, pero...

Momoko jamás se ponía nerviosa, ella era muy segura de sí misma y no le importaba lo que los demás dijeran de ella. No hacía esas cosas de aquellas típicas chicas que tartamudeaban cada vez que alguien les hablaba.

Su hermano sabía que algo andaba mal con ella, y sospechaba de qué se trataba.

—Es sobre Ryôta, ¿verdad?—le preguntó, con mirada seria. Podía llevarse mal con su hermana y a veces querer desaparecerla de la tierra, pero si alguien se atrevía a hacerle daño, él estaría ahí para protegerla, aunque no lo necesite. Porque Momoko es una macha.

—Más bien mi relación con él... siento que no soy una buena novia para él, no hago esas cosas cursis y ni siquiera le tomo la mano—confesó, y sintió que el color se le iba a subir al rostro. Después de todo, era una chica, reprimida, pero lo era—. Y él se está alejando...

—¿Quieres que le desfigure el rostro?—Ren estaba que echaba humo por todos lados.

—¡No!—se apresuró a responder—. ¿Quieres que te lo desfigure yo a ti?—levanto su puño, pero luego se arrepintió y sé quedo en silencio.

Ren comprendió la situación.

—Es por eso, ¿cierto?—insinuó—. Tu actitud.

—Después de todo no eres un idiota—comentó Momoko con orgullo—. Y si, es eso, por eso quiero cambiar, para ser una mejor novia para Ryôta.

—Momoko, solo se tú misma—Ren le miro con esos ojos característicos de hermano protector y puso su mejor sonrisa.

—Oye sí, no lo había pensado, yo que pensaba ser no sé, una papaya.

—Olvídalo.

Se levantó de su lugar y se encamino a la puerta, llevándose consigo la tonta revista para después darle una leída. Antes de salir por completo de la habitación, giro para ver a su hermana, la cual ya estaba pegada a su consola.

"Y así quieres cambiar", pensó, con una sonrisa. Su hermana no tenía remedio.

Abrió la revista en la parte de las "reglas" y comenzó a leerlas, definitivamente todas eran unas boberías que dejarían a Momoko peor de lo que estaba. Enrollo la revista y se la lanzo a su hermana en la cabeza.

—¿Quieres morir?—Momoko se tronó los dedos de las manos, para verse más ruda.

—¿Quieres ser mejor para Ryota? Entonces hazle caso a tu hermano mayor, no a esa tonta revista donde vienen chicas lindas que quiero conocer.

Momoko rodó los ojos.

—Conozco a Ryôta y se que es todo lo contrario a ti en personalidad—Momoko asintió, dándole la razón—. Y me pregunto, ¿qué diablos te vio?

Ren salió corriendo como si su vida dependiera de ello y entro con rapidez a su habitación. Momoko abrió la puerta de un solo golpe y se lanzó a su hermano, dándole múltiples golpes en la cabeza.

—Mira hijo de put...

—También es tu mamá—replicó.

Más golpes para el inocente de Ren.

Tomó por los hombros a su hermana y la puso debajo de él para que no pudiera golpearle.

—Regla #1: no más groserías.

—¿Qué estás diciendo idiota?

—No más groserías, ¿entendiste Momoko-kun?

Ahí fue cuando Momoko capto que su hermano solo quería ayudarle. Ella asintió con una sonrisa y empujo a su hermano para poder levantarse.

Salió de la habitación de Ren y se fue a la suya para poder meditar sobre lo que haría mañana cuando se encontrara con su novio.

"Después de todo no es tan malo..."

—¡Momoko!

Escuchó que gritó su hermano.

—¡Quítate el bigote!

"Lo voy a matar aunque sea lo último que haga en esta maldita vida".