Habían transcurrido unas horas en las cuales, Michelle y Akechi caminaban en completo silencio, pero éste silencio fue roto cuando Michelle lanza una pregunta al chico que teniar a su lado:
- ¿Estás preocupado por tu padre? -
- ¿Qué?, no, para nada. El siempre ha sido un viejo temerario. -
- Pero eran muchos hombres para el sólo... Tal vez anteriormente haya derrotado fácilmente a aquellas personas, pero ahora está desarmado. No crees que deberíamos ir a ayud... - Akechi se detuvo por un segundo impresionando a Michelle e impidiendo que continuara hablando.
- ¿No lo dijo el ya? - Akechi comenzó a caminar y Michell lo comenzó muy de cerca. - El estará bien, después de todo, es mi padre -
Michelle acelera el paso y se coloca a su lado sin ver su rostro. - Antes de que nos alejaramos de ese lugar, escuché que una persona llamó a tu padre por un nombre extraño... No déjame ver... ¡cierto! Lo llamó "Destello menguante". ¿sabes a qué se refería con eso? Me parece un nombre lindo. - Michelle sonríe llevando sus manos atrás.
- Tampoco tengo muy claro a qué se referían con ese nombre, pero creo recordar que una vez, hace unos dos años, un hombre llamó a mi padre por ese nombre -
( En éste punto, Akechi narra la historia)
Una tarde, mi padre me había pedido que lo acompañara al pueblo vecino. Según me dijo él, se encontraría con un amigo para hablar sobre unos negocios, lo cual era extraño puesto que mi padre era un vago que, si salía, era para desaparecer y luego volver con la excusa de que le buscaron pelea y el no se negó. Ahora que lo pienso, no tengo idea de cómo hacía para traer el dinero a la casa.
Cuando llegamos al pueblo, un extraño saludó a mi padre como si lo conociera de toda la vida. Usaba un pantalón negro, unas botas de cuero muy elegantes y un chaleco e piel gris; dejaba ver su torso casi por completo. Mi padre le devolvió el saludo casi con la misma emoción del sujeto. Comenzaron a hablar de sus cosas, realmente ya no podía esperar la hora de irnos a casa. Después de unos minutos, mi padre me presentó ante su compañero:
- Éste es Akechi, mi hijo. ¿Verdad que sacó la apariencia de su padre? En un futuro será todo un Don Juan. Hijo, el es Rafael, un amigo de hace muchos años, incluso desde antes que tú nacieras. Si me pusieran a elegir entre quién salvaría de la muerte, comenzarías a dudar de si te quiero lo suficiente, jajajaja. -
Mi padre, como siempre, haciéndose el chistoso, aunque esos chistes sólo le parecieran graciosos a él.
Luego de haberme alejado de su lado gracias al chiste tan gracioso que hizo, ellos siguieron hablando por un tiempo, pero, de un momento a otro, la expresión relajada y alegre que mi padre mantenía en su rostro, cambió a una mucho más seria. Como me preocupé, me acerqué un poco para poder escuchar de lo que estaban hablando. Para mi sorpresa, el señor Rafael mencionó que un hombre que se hacia llamar " Brazo de espada ", estaba buscando a mi padre porque quería saldar unas cuentas con el. En ese momento, mi padre me miró.
- Akechi, nos vamos a casa. -
- Ah. Claro, papá -
Mi padre se despidió del señor Rafael, al igual que yo, y partimos de nuevo a nuestro pueblo. Mi padre no desvió la mirada en todo el camino ni pronunció una sola palabra.
Tan pronto como logramos visualizar la entrada de nuestro pueblo, notamos que había un hombre de espalda a nosotros parado en dicha entrada.
- Akechi, no te separes en ningún momento de mi. - dijo mi padre mientras comenzamos a caminar hasta el pueblo.
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Moon Emblem : El último descendiente
ПриключенияLa historia avanza a medida que la mente del hijo madura y se fortalece como la sabiduría y arrogancia del padre.