CAPÍTULO 2

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Llegan al patio y encuentran un hueco bastante amplio para sentarse, donde verán el partido perfectamente. Victoria se sienta entre Sofia y un chico al que no conoce, que ha empezado a hablar con Tris y Allan del partido.
-Va a ganar vuestra clase. Nuestro equipo es muy malo. Vosotros tenéis a Tato y a Marc, son los mejores del curso en fútbol.
Victoria escucha el nombre de su hermanastro y empieza a estar pendiente de las conversaciones. Decide presentarse al chico.
-Eh, soy Victoria. Encantada.
-Yo Charlie, igualmente. -Se levanta y le da dos besos a la chica, que lo mira algo extrañada.
-¿Tú no juegas, Charlie? -Le pregunta Sofia.
-Qué va, se me da muy mal. Aparte, prefiero quedarme aquí con vosotras. Y bueno, con Allan.
El aludido se ríe levemente, aunque está pendiente del partido. Marc se ha levantado y se dispone a empezar a jugar. El juego se va a poner interesante a partir de ahora.
-¡Venga, Marc! -Gritan Allan y Tris, que lo han visto jugando muchas veces y saben que no dejará que su clase pierda.
El chico sonríe levemente y empieza a correr, persiguiendo la pelota como si hubiese nacido únicamente para ello. No tarda mucho en marcar un gol. El primero del partido. Todos se ponen a aplaudir, especialmente Victoria. ¡Vaya con Marc, qué bien juega! Está admirada.
-¿Cómo puede jugar tan bien? -Les pregunta a los chicos, que están eufóricos, aunque solo se trate del primer gol.
-Es muy rápido. Y lleva jugando desde los cuatro años. En primero de primaria ya jugaba en el equipo de su clase. Siempre ha sido él el que mete goles en sus equipos. -Le explica Tris.
-Se ve que lo conocéis bien. -Murmura Victoria.
-Bueno, hemos quedado a veces. Deberías venirte algún día. ¿Qué te parece después de clase? Le preguntaré a Marc si quiere venir. -Propone Allan.
La chica no cree que su hermanastro quiera quedar sabiendo que va a ir una de las personas a las que más odia en estos momentos. Pero igualmente, ella quiere ir con ellos. Decide aceptar la invitación de sus amigos.
-Claro, iré. ¿Dónde quedamos?
-Vamos al Burger King a comer, y luego a dar una vuelta, ¿os parece? -Dice Sofia, a la que también le apetece mucho quedar con ellos.
-Perfecto. Nos vemos allí a las tres. -Tras decir esto, Charlie vuelve a prestar atención al partido, del que no ha quitado ojo.
Marc tiene la pelota en ese mismo instante. Corre a gran velocidad, por todo el campo, esquivando con estudiada facilidad a los que intentan quitarle la pelota, se coloca en un punto fijo, mira rápido a la portería, se prepara para lanzar y...
¡¡¡Gol!!! Se escucha en todo el patio.
Todos los de la clase de los chicos y algunos amigos de Marc van corriendo a felicitarlo. Victoria y sus amigos se unen a esta multitud.
Cuando el chico se queda solo, Victoria decide decirle algo. No quiere quedarse callada. No después de haber visto a su hermanastro ganando un partido.
-Marc... enhorabuena. Juegas muy bien. -Está roja, lo nota.
El chico se da cuenta, la mira durante largo rato. Él tampoco quiere callarse. La chica ha tenido mucho valor al decirle eso, así que Marc le dice:
-Gracias, Victoria.
Son dos palabras, susurradas, pero llenan de alivio el corazón de Victoria, que sonríe.
Y Allan, mientras, insulta en voz baja a Marc, por la única razón de hablarle a esa chica, que tan interesante ha encontrado.

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