Alessandra Gold: Origen. ©

SINOPSIS.

-¿Qué tal, mi amor? ¿Por qué tan pálida? ¿Cómo es que tus rosas se han mustiado tan deprisa?

La mirada tan concentrada de mi compañero -intérprete de Lisandro-, me había dado seguridad.

-Tal vez por falta de lluvia, que bien podría darles con diluvios de mis ojos. -Respondí como la dulce y enamorada Hermia.

-¡Ay de mí! A juzgar por lo que he leído o lo que he oído de casos reales o fábulas, el río del amor jamás fluyó tranquilo. O había diferencia de rango... -Respondió con esa voz que caracteriza a nuestros personajes.

-­¡Qué cruz! Ser noble y no poder prendarse del humilde. -Toqué mi pecho, mientras miraba con desesperación fingida a mi acompañante.

Y así seguimos, la obra dio buenos resultados y un mar de aplausos nos recibió luego de la salida de "Robín". El periódico escolar se estaba llenando de fotos mías y de Chad -Lisandro en la obra-, no podía estar más feliz.

El año pasado había ingresado al instituto, sin hacerme muy conocida. Todo seguía su curso, las populares molestando a los nerd (Cosa que yo no era), los nerd enjaulándose en el baño, biblioteca o libros. Los "bad-boys" quienes sin intentarlo ya eran populares, los punks, los hippies, los skaters y los hípster. Y yo, yo solo pertenecía a los normales, quienes tienen amigos normales, clases normales y no pertenecen a nada en particular. Pero luego de aquella obra, algo pasó a ser diferente, más amigos, más invitaciones. Sin darme cuenta, ya estaba en cima, tocándome con Brittany Poursenhou, quien se sentía amenazada por mi popularidad naciente.

Cuando todo estaba yendo bien, mi tía Crais aparece luego de dos años desaparecida, para enseñarme unos "trucos" y explicarme lo tan maravillosa que yo y mi mente podíamos llegar a ser. Obvio lo tomé mal, nadie aparece así como así para llevarme a un lugar desconocido. Me negué hasta lo más profundo de mí ser y ella se rindió, decidió no sacarme de la ciudad, pero yo tenía que vivir en su estúpida mansión a las afueras de ArgentumHills.

No entendía porque mi madre y mi tía se empeñaban en que saliera de la ciudad. No entendía su desesperación.

Hasta que descubrí la verdad.

Siempre supe que yo no era como todos, yo era diferente.

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PROXIMAMENTE.