45. Poco cuidadosos

633 39 0
                                    

Caminaba tranquila por los pasillos de Asgard hacia el comedor. Nos habían invitado Thor y Freya a Cara y a mí a comer. Pensaba en Steve y en el picnic que me había propuesto en Central Park. Iban a ir en un principio Tony, Bruce y Cara, pero al final dijeron que tenían trabajo, así que ahora me sentía algo incómoda por estar sola con Steve.

Llegué al comedor y vi a Thor al fondo haciéndome señas para ir. Me senté al lado de Cara, que estaba junto a Thor.

-Así que... ¿un picnic con el capitán? -levantó picante las cejas mi amiga, yo rodé los ojos.

-Si no me hubierais dejado sola... -susurré molesta. Tony y Bruce vale, pero ella lo había hecho a propósito.

-Deberías darle una oportunidad en lugar de a... -dejó la frase a medias, pero sabía a quién se refería y que no le gustaba demasiado.

-Cara, no me gusta. Es muy bueno y simpático... pero sólo le quiero como amigo -susurré. Era una buena persona, en serio... pero...

Mi amiga se encogió de hombros en respuesta y siguió comiendo.
Me fijé en la mesa. Todos charlaban animadamente, sin preocupaciones. Las puertas del salón se abrieron y Frigga y Loki las cruzaron sonrientes.

-¿Ha sucedido algo para tal retraso? -preguntó Odín a su esposa, me daba algo de coraje que no le hiciese casi caso a él.

-Nada relevante, nos hemos entretenido conversando -con respondió dulcemente la diosa mirando a su hijo, él se giró de vuelta a la puerta.

-Si me disculpáis... -pidió Loki con una reverencia. Al estirarse me miró y parecía que me atravesase con la mirada. Dioses... su sonrisa traviesa me incomodaba y me ponía roja como un tomate.

Bajé la mirada a los cubiertos y vi de reojo cómo se marchaba por la puerta. Seguí comiendo, pero sólo pensaba en sus ojos mirándome así. ¿Cómo demonios podía hacer eso frente a todos? Se podían dar cuenta y... no sé... Estaba nerviosa... y creo que roja.

-¿Estás bien, Aura? Te veo algo acalorada -Thor me puso la mano en la frente.

-¿Eh? ¡Sí, sí! Estoy bien. Sin problemas -le sonreí, Thor me miró algo raro y luego se giró para volver a su conversación con Sif sobre una guerra pasada.

* * * *

La comida terminó. Estaba todo delicioso, con unos sabores que jamás había probado. Admiraba los colores brillantes de las salas, todo era tan lujoso... Me vino a la cabeza la mirada de Loki en la comida e inconscientemente me mordí el labio. Suerte que nadie lo vio.

Una mano me arrastró hacia una columna en un rincón y me tapó la boca.

-Soy yo -me soltó.

-Loki... -suspiré aliviada- Me has asustado -le reclamé. Me acababa de fijar en que estábamos muy juntos, pegados. Me retenía contra la columna... y se había dado cuenta.

-¿Te molesto?

-No... -dije un poco agudo.

-¿Segura? Puedo hacerte... cosas... -me dijo en un tono malo y acercándose a mí.

En un segundo juntó nuestros labios de forma desesperada y urgente, sabía a menta fresca. Estábamos muy cerca... Sujetó mis manos y profundizó el beso con su lengua, mordiendo mi labio inferior. Se me escapó un gemido.

-P-para -le separé con las manos volviendo al mundo real-. Nos pueden ver y... -dije nerviosa mirando a todos lados. No sirvió de nada. Volvió a pegarse y prácticamente devoró mis labios mientras me daba un empujón con su cuerpo y me pegaba más a la columna, eso me envió un escalofrío a la espalda. Gruñó.

-Thor y t-tu padre... -le frené con vergüenza y miedo- ¡Loki, para! -reclamé separándole con la vocecita aguda que me salía al tener nervios. Paró de besarme y me miró con esos intensos ojos verdes, ahora me arrepentía, sus labios eran tan suaves... Pasó su dedo por mi labio inferior sin dejar de mirarlo con una pequeña sonrisa satisfactoria y se separó. Hubo una larga pausa entre nosotros.

-Ven conmigo -me dijo ofreciéndome la mano. Acepté y nos transportó a su habitación.

Ya había estado aquí antes, pero me encantaba. Era ostentosa, bonita y elegante. Él se sentó en la cama y yo me senté al lado y miré por el ventanal. Se veía un cielo naranja y rojo con prados verdes y árboles imponentes de colores vivos. Suspiré, era demasiado bonito.

-¿Te gusta el paisaje? -me preguntó.

-Sí, no hay lugares así en la Tierra. Siempre he soñado con ver algo parecido. Es simplemente... único.

NARRADOR OMNISCIENTE

Tras oír las palabras soñadoras de ella, el príncipe pensó. Observó a la castaña un rato mientras miraba el horizonte con ojos pensativos. Se apegó más a ella y pasó su mano apartando el pelo de su cuello. Cómo deseaba besar ese cuello...

-¿Estás bien? -preguntó.

-Sí... No... No sé... -suspiró- Antes me... ha pasado algo muy raro. Estaba en un estanque y toqué el agua, pero se hizo... hielo -Loki se quedó pensativo-. Y luego miré mi mano y... e-estaba... azul. Ya sé que parece una locura, pero pasó.

-¿Hace cuánto que te ha sucedido? -preguntó serio.

-Hace unas horas, creo -reflexionó. Su encuentro había sido hace unas horas y estaba enfadado. Entonces sus manos también estaban poniéndose azules. ¿Será que la muchacha tenía un poder parecido? ¿O era simplemente casualidad?

-¿Loki? -zarandeó su brazo- ¡Loki! Te has quedado callado viendo la nada. ¿Te pasa algo?

-No -le mintió, debía comprobar algunas cosas.

-Me tengo que ir -dijo apenada levantándose y yendo hacia la puerta. Una mano le impidió llegar a ella. El asgardiano la cogió de la cintura y la besó, dejándola sin aire y algo aturdida. Necesitaba un poco más de ella antes de marcharse.

Aura salió por la puerta con cuidado de que no la viese nadie y se encontró con Cara en el patio. Ambas salieron a dar un paseo y se encontraron con el guardián.

-Buenas tardes, mis señoras -dijo Heimdall con respeto y voz gruesa-. Aura... -la aludida se acercó- Debéis ser más cuidadosos por los pasillos, alguien más puede veros -dijo confidente en voz baja.

-N-no sé de qué me hablas -se trabó.

-Yo creo que sí...

Entre mundos. La nueva era de los diosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora