Capitulo 1

155 12 1
                                    

Brillaba sobre mi cabeza, más alla del cielo, la resplandeciente luna en una noche fresca como esta ¿Quién pudo siquiera llegar a pensar que moriria? Tan joven...sin siquiera saber cual era mi sueño en la vida. Dejando pendientes en la Tierra que no me dejaban ascender hacia la luz.
¿Quién podría ver a un fantasma solitario como yo?

Acomode mi cabeza sobre mis brazos puesto que comenzaban a doler, apunte mis ojos hacia las estrellas que rodeaban la luna y me volví a preguntar, ¿Cuál? ¿Cuál es el pendiente que tengo por resolver? ¿En que me convertire si no lo llegase a resolver?
Cerré mis ojos, pero incluso si lo intentaba no podía ver ningún recuerdo de cuando estaba viva. ¿Estaría cerca de casa? ¿Me recordarían mis padres? Incluso un fantasma tenía ese tipo de sentimientos, sería fria y solitaria pero mis sentimientos perduraban.
Me levante del cepded humedo y sacudí mis ropas para comenzar a caminar al rededor del centro de la ciudad. Habia muy pocos humanos merodeando por ahí y uno que otro fantasma.
Era como una bella imagen observar a aquellos que aún se mantenian en la Tierra con vida hacer lo que un humano ordinario haría. Era un solo sentimiento que tal vez ninguno de ellos podría tener. Casi siempre caminaba al rededor de la ciudad hasta el punto de caer rendida sobre el mismo cesped humedo.

Entonces algo sucedió.
Alguien pudo verme. Un humano.
Topo contra mi hombro y se disculpo en voz baja.
-¿oh? ¿puedes verme?- Me di la vuelta para observarla caminar lejos y cabizbaja. Lucía despeinada y cansada, ¿pudo haber sido un error? No lo creo. La seguí sigilosamente y en silencio.

-Para, no tengo dinero, ni siquiera tengo trabajo ya.
Dijo la chica y se volteo con la misma expresión. Extendió su brazo y me entrego un papel doblado ¿una carta? La tome sin pensarlo y observe detalladamente el papel. Levante mi cabeza para decir algo pero se alejo tan rapido como la luz solar.

Me tire sobre el cesped y seguí observando el papel ¿Era correcto abrirlo? ¿Quizás un mensaje de los angeles? ¿Mi pendiente?
-oh!-Expresé de manera exitada y tome el papel rapidamente. Me deshice del cello rojo partiendo este a la mitad. Intoducí mis dedos y saque la hoja doblada. Entonces lo vi, vi aquel mensaje.

"Carta de renuncia."

Sólo decía eso.-¿Qué? ¿eh? ¿que que que que que?- Dije confundida y manosee el papel para ver si no habia nada más. Lo arroje lejos de mi y me tire de espaldas al cesped apretando mis ojos. ¿"Carta de renuncia"? Así que tal vez solo habia sido un error tal vez aquel humano jamás me vio.Tanto tiempo vagando sin ningún suceso interesante. Si no ocurrio antes ¿por qué ocurriria ahora?
Cerré mis ojos. Sin poder dormir. Sólo los humanos dormían.




Abrí los ojos y estiré mis brazos. Estar acostada la noche entera sobre el suelo hacia que me olvidara que yo también tenía huesos y podía sentir dolor.
Desventajas de un fantasma.
-Oye fantasma.
Me levante completamente.
-Ah sólo eres tú- Dije decepcionada y suspire. Era Hansol, otro fantasma, más o menos lucía de mi edad, llevaba cabello largo y rizado, era algo bajo, casi de mi estatura. Ninguno de nostros podiamos recordar nuestra muerte, familia, amigos, pareja, hogar. Así que sólo eramos amigos de muerte.

-¿Qué es eso?- Me preguntó tomando el papel de mis manos. Leyo lo mismo que yo, haciendo la misma expresión.
-¿Conseguiste trabajo y te despidieron?- Dijo burlandose.
-¡Ha ha!- Dije con un tono sarcastico. Observe por un momento el papel y note unas pequeñas letras que casi no se distinguian al reverso del sobre.
Lo tome de las manos de Hansol y trate de leer lo que decía.
-¿Hyun Sae Restaurant?-Miré a Hansol con las cejas levantadas. Una señal de "¿Sabes dónde es?"
-Oh, no. Realmente no sé, no es como si yo comiera.
Ningun fantasma podía comer. A menos que poseyeramos un cuerpo con permiso del mismo dueño. Imposible ¿eh?
Suspiré dandome por vencida y guarde el papel en mi bolsillo.
-No importa. No hay que meternos o involucrarnos con humanos.
-Así es enana.
Dijo Hansol mirando a los alrededores y yo solté una risa burlona.
-¿"Enana"? Jamás dices cosas así ¿Qué mosco te pico?- Era ironico puesto que estabamos de la misma estatura.
No debía seguir pensando sobre aquella dirección en la carta, pero algo me decía que yo debía ir allí.
Un instinto de fantasma. Quizá podría encontrar a la chica de aquella vez.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 28, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

JoshuaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora