Un viaje de dos

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-Soy todo oídos -dijo Marco

-Pues verás, este colgante es mágico y hace que pueda viajar en el tiempo y en el espacio

Marco se quedo sorprendido con cara de pensar que estoy loca

-Imposible...-dijo él

-Te digo la verdad, vamos a intentar viajar

-¿Cómo se supone que se hace?

-La verdad es que no lo sé pero vamos a intentarlo ¿A dónde y cuándo quieres ir?

-Quiero ir a Florida en el 2014

-Vamos a decirlo tocando el colgante

-Florida, 2014 - dijimos los dos cogiendo con fuerza el colgante

De repente el colgante empezó a brillar con aquella luz cegadora. Cuando volvimos a abrir los ojos estabamos en una playa que estaba desierta.

-Dios mio, era cierto-dijo Marco con la boca abierta

-Ya te lo dije

-Creo que estamos en Miami

-Eso parece-dije

-Aun no me lo puedo creer

-Es alucinante

-Vamos a bañarnos Marco

-No tenemos bañadores

-Podemos bañarnos en ropa interior es como un bañador

-Es que me da corte-dijo poniéndose rojo

-Hemos viajado por el tiempo y el espacio para venir aqui yo creo que debemos bañarnos

-Venga vale pero no mires- dijo riéndose

-No mires tu- dije riéndome aún más

Empezamos a quitarnos la ropa yo estaba nerviosa aunque no lo parecía.  Nunca me había desnudado delante de un chico. Nos quedamos en ropa interior y nos cogimos de la mano.

-Venga a la de tres nos tiramos-dije

-1...2...y 3!-dijimos a la vez

Corrimos cogidos de la mano al agua y nos tiramos de cabeza

-¡Que fría! -grité

-No ha sido muy buena idea-dijo riéndose

Al ver que se reía de mi empezé a tirarle agua.

-Asi que quieres guerra

Empezó a tirarme agua y yo a él.  Nos reímos muchísimo. Después de un buen rato nos salimos y empezamos a dar una vuelta por la playa

-¿Desde cuando sabes lo del colgante?

-Desde el concierto pero lo he aprendido a utilizar ahora

-¿Lo sabe alguien más?

-Sólo lo sabe Sofía

Se hizo de noche y había una gran luna llena

-Estás preciosa bajo la luz de la luna-me dijo Marco

-No seas mentiroso-le dije riéndome

-Lo digo en serio desde el primer dia que te vi supe que eras especial y tenia razón.

Yo empecé a sonrojarme mucho y el me cogió de la barbilla. Mis latidos cada vez eran más fuertes y el me besó haciendo que estos latidos fueran suaves pero a la vez acelerados. Cuando nos besamos fue como si estuviesemos solos en el universo. Creo que en ese instante las estrellas brillaban más que nunca.

-¿Tienes hambre?-me preguntó Marco

-Un poco

-Tengo una bolsa de snacks que  guardaba para después de la visita del Big Ben

Los dos comenzamos a comer de esa bolsa pero no tardo nada en gastarse.

-Estan riquísimos-le dije

-No más que tú-dijo

-No seas pelota- dije riéndome y a la vez sonrojada

-No soy pelota simplemente soy sincero

-Lo que tú digas-dije riéndome

-Oye Isabella

-Dime

-¿Nos quedamos a dormir aquí?

-Si quieres

-Claro que quiero dormir con la estrella más preciosa del firmamento

-Al final vas a hacer que me ponga como un tomate- dije muy sonrojada

Nos tumbamos en la arena abrazados y mirando las estrellas

-A mi madre le encantaba ver las estrellas conmigo-dije algo triste

-¿Y aprendistes sus nombres?

-Algunos

-Haber como se llama esa-dijo señalando la estrella

-Estrella polar

-¿Ves esa estrella chiquitita pero que brilla con todas sus fuerzas?

-Si

-Pues yo le voy a poner de nombre la estrella Isabella

-Seguro que esa estrella tiene ya un nombre

-Pero para nosotros será la estrella Isabella

-¿Ves la estrella que hay al lado de la estrella Isabella?

-Sí

-Pues esa se llamará la estrella de Marco

-Me encantan nuestras estrellas

-A mi también

El amor era una sensación nueva para mí ya que mi familia no está muy unida que digamos y tampoco he tenido muchos amigos. Pero esta sensación me hace feliz, creo que podré cumplir todos mis sueños.
Estuvimos hablando un rato más sobre nuestras estrellas pero al final nos quedamos dormidos sin darnos cuenta

La leyenda del colganteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora