Dos mundos unidos por el destino

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La vida está llena de caminos, opciones; siempre hay más de una decisión para tomar, que cambia todo, absolutamente todo. Es increíble el poder que tienen nuestras decisiones, por más pequeñas que sean, y les puedo asegurar que no somos conscientes de su magnitud, de como un pequeño detalle puede modificar toda nuestra vida. Es así, por más exagerado que suene.
Esto es lo más maravilloso de la vida, que nunca se sepa lo que va a suceder, pero es más maravilloso aún, que no se sepa el cómo ni el por qué. La vida pasa a ser un completo enigma, algo impredecible. Es que a mi entender, la vida es una combinación matemática de hechos encadenados, una combinación única e irrepetible; y es solo mediante esa combinación perfecta que las cosas suceden de un determinado modo. En otras palabras, nuestra historia se jacta de una cadena de hechos y consecuencias, que carecen de lógica, pero que por alguna razón, suceden.
Esta hipótesis se aplica a todos los aspectos de nuestra vida. No es lo mismo hacer las cosas de una manera o de otra. No, no da igual, nada lo da. Puedo asegurar que no es lo mismo salir un minuto antes, que un minuto después. No es lo mismo hacer algo ahora o luego. Nada es igual. Esto se debe a que cada una de nuestras acciones presentes condiciona nuestro futuro, porque cada vez que realizamos algo de una determinada manera, estamos tomando uno de los sin fin de caminos posibles que teníamos hasta ese momento, y descartando los restantes. Estamos cambiando nuestra vida para siempre, porque nunca sabemos qué consecuencias puede llegar a tener nuestras acciones. Quizá nunca lleguemos a ser conscientes de ello, o el efecto no sea inmediato, pero algo si es seguro, y es que en algún momento, pagarás o serás recompensado por ello; así como nunca podrás saber que fue aquello a lo que, voluntariamente o no, renunciaste al tomar esa decisión.
En esta, llamémoslo teoría, también entra en juego la influencia de lo que realicen los demás. Todos son caminos, caminos que se cruzan, se chocan, y estos se desvían y cambian para siempre. Nunca será lo mismo. Antes de que me cataloguen como un loco, déjenme darles un ejemplo:
-Supongamos que Juan, un día, en un día "común", tiene que lavar el baño porque su madre se le encomendó. Ni bien llega de la escuela, él se pone a hacerlo, de manera que pueda tener un rato libre para relajarse luego. Pero no es lo mismo que él lo haga antes, a que lo haga después. Supongamos ahora también que el limpia el baño, y que luego se acuesta a chequear sus redes sociales con el celular. En ese momento comienza una charla con Laura, la chica que le gusta, que resultaría ser, más adelante, el amor de su vida. Pero pensemos ahora que hubiera pasado si Juan no hubiera limpiado el baño cuando llegó de la escuela, y primero se hubiera tomado un rato para relajarse, y luego hubiera llevado a cabo lo que le encomendaron. Es simple; es muy probable que Juan nunca hubiera visto conectada a la chica que le gustaba, nunca hubiera iniciado una conversación, y nunca hubiera llegado a ser el amor de su vida, todo por una simple decisión, que nada tiene que ver con el tema, pero cuyas consecuencias van más allá de lo que podamos imaginarnos. Las variables son infinitas, incalculables; pero que, por una cuestión del destino, tenía que suceder así, de esa manera, y no de las otras miles variables posibles; ya que solo una es la correcta.
Creó que es una de las maneras en que el mundo se equilibra. Nada que hagas pasará desapercibido, todo tiene su consecuencia. Es el famoso efecto bola de nieve. Pero aquí son varias bolas de nieve, que pueden chocar entre sí, para hacer una nueva, ahora más grande, y en otra dirección. Para explicar esto, volvamos al ejemplo anterior: Si finalmente ésta chica inicia la conversación con Juan, que la llevaría ser el amor de su vida, hará que no conozca a Pedro en la siguiente fiesta, a la que no asistió por salir con Juan. Pedro nunca será consciente, al igual que Laura, de que nunca se conocieron, pero esto modifica sus vidas para siempre, ya que, si se hubieran conocido, Pedro podría haber sido la futura pareja de Laura, y no Juan. Pero algo hizo que no fuera así; por algún motivo que escapa a nuestra lógica, Laura y Juan tenían que salir juntos.
Si nos reducimos a la raíz de los hechos, todo esto sucede porque Juan lavó el baño cuando llegó de la escuela, y no luego. A su vez, podemos pensar esto del lado de Laura, que se conectó debido a que su profesora de inglés le canceló su clase a último momento, lo que hizo que tuviera la tarde libre. Y si aún queremos hacerlo más rebuscado, podemos pensar que esto sucede debido a que su profesora tiene a su hija enferma, ya que el día anterior tomó frio al ir a jugar al parque. Continuando la cadena, si la hija de la profesora de Laura no hubiera ido al parque con su hija el día anterior, ésta no se hubiera enfermado, por lo que Laura hubiera tenido su clase de inglés de ese día, y nunca hubiera encabezado su charla con Juan, que sería el amor de su vida.
Es increíble como los actos de personas que nada tienen que ver con la situación, como la hija de la profesora de inglés de Laura, que fue quién tomó frío, enfermándose hizo que Laura y Juan pudieran hablar, cambiando así el destino de todas sus vidas, sin probablemente tener la más mínima noción de esto.
Es aquí, entonces, donde entra en juego la influencia de factores externos, imposibles de controlar, que van más allá de nuestras decisiones, ya que es solo una combinación posible, que es perfecta, la que desemboca en ese hecho único e irrepetible.
Por alguna razón se dio de esa forma. Pasó así, porque Juan y Laura, estaban destinados a estar juntos. No se sabe ni cómo, ni por qué, pero solo existía una combinación perfecta de hechos que llevaría a sus caminos a chocarse para siempre.
Basados en esto, podemos decir que a veces, es necesario sufrir un tiempo para que luego algo bueno suceda, ya que solo sucederá si las cosas antes se dieron de cierta manera. Y es que esto fue lo que me inspiró a escribir casi dos páginas con esta locura, porque fue de una manera similar, como conocí al amor de mi vida.
Fue en una época pésima de mi vida, pero ahora me doy cuenta que todo eso fue necesario para que hoy pueda disfrutar de su compañía, que gracias a eso hoy la tengo conmigo; porque así tenía que ser, es una mera cuestión del destino.
Y hoy, entiendo que cuando uno la pasa mal, está en realidad cosechando algo mejor en el futuro, y que como dije antes, en algún momento uno es recompensado por sus acciones. Y a mí, me toco la mejor recompensa de todo el mundo, y hoy, gracias a ese tiempo en el que "sufrí", en el que me sentí mal, solo, y hasta inservible por momentos, hoy soy el hombre más feliz de este planeta, que tiene a la mejor persona del mundo a su lado; que lo tiene todo, que me enamora día a día, y que me llena la vida de amor y alegría, y por eso, la amo con todo mi corazón.
Por eso, cuando me pongo a pensar en que todo comenzó por aquella foto de Instagram, no lo creo. Es impresionante como de una simple foto que derivó en un hola, eso en una charla, y esto en gustarnos, hizo que nos juntáramos aquel 1 de mayo, que fue cuando sucedió toda la magia. Y me siento absolutamente agradecido de que todo haya salido como salió, porque sé que tenía que ser así, que nuestros caminos se iban cruzar, y que estábamos hechos para darnos nuestro amor el uno al otro, para siempre.

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