Capítulo 5.

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*Narra Mauro*


   Después de caminar un rato conversando y riendo a todo volumen, llegamos a casa de Alex. Cuando abrió la puerta él pasó primero, seguido de Sarah.

   Él tenia una perrita. Primero se puso contenta, pero al ver a Sarah le comenzó a gruñir. Al pasar yo la perrita se quedo seria, por lo que sonreí, y ella se lanzó sobre mí, haciendo que me cayera al suelo. Comenzó a lamerme el rostro y recibí unos cuantos rasguños de su parte.

-¡Chloe! ¡Quítate de Mauro!

   Alexander levantó a Chloe y se la llevó al patio. Yo me levanté y me sacudí la ropa. Alexander volvió y tocó los rasguños que Chloe me había hecho.

-L-Lo siento Mauro. Estás todo lastimado...
-¡Au! No es nada-sonreí.
-Otra vez estás lastimado por mi culpa, ¡rayos!-parecía sentirse mal- Ven, te curaré.

   Me tomó de la mano y me llevó con él, con Sarah siguiéndonos. Subimos las escaleras, y él nos condujo a su cuarto.

-Alex, ¿y tus papás?-le pregunté.
-Deben estar trabajando, ¿no?-contestó Sarah.
-Sip, como todos los días-añadió Alex.

   Pasamos a su cuarto y de entre algunas cosas sacó un botiquin. Me puso isodine tanto en las heridas del brazo como en las de la cara.

-¡Auch!-gemí.
-No seas llorón-me sacó la lengua.
-¡Oh, vamos! Todos sabemos que el llorón aquí eres tú.

   Debo admitir que eso me causó mucha gracia.

-Ok, eso dolió-respondió Alex.
-Ja, ja. ¡Sabes que es broma! ¡Tonto Bobby!-le dio un zape a Alex.
-Y sigue doliendo...

   Reí un poco mientras Alex me vendaba una herida. Pensé que eso era un poco demasiado, ya que mis heridas no eran tan graves, pero igual dejé que lo hiciera.

   Sonó un celular; era el de Sarah. Ella contestó.

-¡Hola mamá!... Estoy con Bobby... ¿En serio? ¡Noo!... Bueno, ya voy para allá.

   Ella parecía decepcionada, y algo molesta. Alex y yo nos miramos, y ella colgó.

-Lo siento chicos, me tengo que ir ya. Tengo que desempacar y arreglar algunas cosas... ¡Adiós!

   Se despidió de beso de ambos, le dijo algo a Alexander y se fue. Yo tomé mi mochila y miré a Alexander.

-Bueno, a empezar se ha dicho-le dije mientras sonreía.
-¡Claro!-contestó.

   Comenzamos con español, algo mas o menos fácil. Alexander me explicaba algo sobre los ensayos, cuando recibí un mensaje. Al ver que era de mi madre, lo leí inmediatamente. Decía lo siguiente:

Hijo:
Tenemos que salir de viaje por esta noche. Tendrás la casa para ti solo. Lo siento. Te amamos. Bye!

   "Está bien", pensé. Empecé a buscar en las bolsas de mi pantalón... en mi mochila... mi billetera... ¡No! ¡Olvidé mi llave!

-¿P-Pasa algo, Mauro?-me preguntó Alex, que me veía desesperado.
-Uhm... ¿No te importaría si me quedara esta noche...c-contigo?

   ¡Qué vergüenza!




I kissed a boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora