Capitulo 3. La pesadilla que vivo a diario

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Pablo y sus amigos matones se pusieron al rededor mío. Yo me quería levantar para irme, pero sí lo hacia sabía que iba ha acabar herido. El riendo me dice:
-¿Hombre compañero de clase que tal?-se ríe- Me acuerdo de una cosa...mm que era...a sí, el dinero que lleves encima.
Yo no podía hacer nada y de lo entregé, luego antes de irse a su sitio me golpeo en la cara haciendo que me saliese sangre de la nariz. "Algún día me las pagara" pensé.
Las clases fueron como siempre, atendía a las explicaciones pero era como sí no estuviese en clase .
Toco el timbre que indicaba el final del día. Me daba miedo salir porque sabía lo que iba a pasar...
Llegando al callejón me "sorprendió" Pablo con sus amigos. Como siempre me agarraron entre todos y Pablo comenzó a golpearme con sus puños. Nunca había sufrido tal dolor hasta el momento en el  que se aburrió y cogió una barra de hierro que golpeo en mi vientre haciendo que me diesen arcadas, cogió de nuevo impulso y esta vez me dio en la rodilla. Caí al suelo y con su mirada fulminante dijo "te libras que ya me aburrí" y para cerrar eso golpeó mi cara otra vez pero con su zapato. Caí al suelo sin sentido. Al cabo de unos diez minutos desperté en el mismo sitio, me levanté y me fui a mi casa.

La vida es una mierdaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora