Secreto CarmesiGrell x William Kuroshitsuji

Capitulo 15 Juntos Para Siempre

Mientras la mansión James se encontraba muy ocupada terminando los detalles para el evento tan especial que se llevaría a cabo, Perla se encontraba dando los últimos toques a la mesa donde se llevaría a cabo la cena para los invitados de dicha noche, Grell estaba mas que hecho un mar de nervios , ya que estaba decidiéndose entre usar un vestido negro entallado, o uno de color blanco con rojo que tanto le había gustado haber comprado en una tienda de Londres, empezando a verse al espejo para ver con cual se vería genial, sonriendo opto por el segundo,en el acto se dio una deliciosa ducha usando su mejor jabón y su shampoo favorito sobre su cabello para después salir y empezar a terminar de arreglarse, haciéndose un hermoso peinado recogido, dejando dos mechones a los lados de su cara, para después colocarse su lencería y su precioso vestido, esta vez con holandés alrededor de sus hombros, en color blanco, entallado en la parte de abajo, usando unos bellos tacones bancos para hacerlo a juego, dejando un poco de tela de su vestido hacia abajo de sus pies, para después colocarse una pulsera dorada en su mano derecha y un hermoso collar en su cuello del mismo color, cuando estaba por terminar de aplicarse un poco mas de perfume escucho el timbre sonar, se levantó de su silla frente a su tocador, para tomar su bolso en color blanco, suspirar suavemente y avanzar hacia la puerta, para después abrirla y ver a un William mas atractivo.

Llevaba una camisa blanca abierta de los primeros 2 botones, un saco en color café oscuro, pantalones del mismo color, un pañuelo blanco en un bolsillo de su saco localizado en la parte de arriba, usando sus lentes como siempre le sonrió al verlo, tomándolo de su mano, besándose la suavemente, sacándole una bella sonrisa a su pareja y tierno sonrojo en sus mejillas.

- Te vez encantador amor - De forma seductora lo observo, haciendo que Grell se mordiera sus labios por aquellas palabras, recuperando la compostura para responderle.

- Sipre puntual amors, eso me gusta, aunque tu no te quedas nada atrás, eres como un amante encantador digno de cualquier damisela en apuros, Death! De tan solo imaginarlo me haces estremecer y desearte aun mas - Lo dijo empezando a hacer gestos exagerados y dando leves gritos de felicidad para después dar un par de saltitos de felicidad , recibiendo un abrazo de William y para después sentir un apasionado beso en sus labios, dejándose llevar un momento dejo que la lengua de su novio invadiera por completo su cavidad para separarse y sonreírse de forma cómplice pero muy enamorada a la vez .

- Si continuas halagandome así cariño no llegaremos a la cena y me quedare encerrado contigo en tu cama Recordándote cuanto me encantas y te haré gritar para hacer que siempre recuerdes el placer de haberme conocido.

- Eso es lo que pretendo wiru, poder seducirte y hacerte saber cuanto te deseo cuando estamos muy cerca uno del otro.

- Tu siempre logras salirte con la tuya, no es cierto? Esta vez lo dejare pasar, pero cuando Regresemos podre desquitarme y esta noche no dormiras en un largo rato

Ambos se fueron directamente a la mansión, dentro de aquel carruaje tomados de la mano, sintiendo aquella brisa fresca que por primera vez en su vida no habían llegado a sentir desde que habían regresado a su mundo durante aquella batalla en Arcadia, no podía negar que se sentía mas tranquilo, aunque en ciertas ocasiones como ahora no podía negar que se sentía extremadamente feliz porque a partir de aquí su vida cambiaría para siempre.

Cuando llegaron a los pocos minutos, bajaron de aquel vehículo siendo ayudados por el cochero, para llegar a la puerta , siendo recibidos por Frank el nuevo mayordomo de la familia quien sonrió dejándolos pasar, para lo cual Grell se había sonrojado levemente por verlo.

- Sean bienvenidos, lady Perla los esta esperando

- Gracias Frank pero no tienes que ser tan formal jeje , te vez muy bien con ese traje de mayordomo - Al decirlo escucho como William tosía levemente, algo celoso por el comentario de su amor, observando de reojo a el guardián de dicha mansión.