Ross llegó a mi casa lo más rápido que pudo, en cuánto abrí la puerta me abalancé sobre él.
-Olivia... ¿estás bien?- Me preguntó mientras me abrazaba.
-No... Ally se muda, se irá para siempre.
-¿Ally? ¿A dónde se muda?
-A un país de Europa, creo que a Amsterdam.
-Vaya... Lo siento mucho de verdad. Se lo que se siente cuando se va alguien a quien quieres mucho.
-¿Algún amigo tuyo se ha mudado alguna vez?- Dije mientras me sentaba en el sofá.
-Sí.-Contestó él a la vez que también se sentaba.-Tuve un amigo que se mudó hace ocho años. Era mi mejor amigo desde la infancia y un día desapareció él y su familia. Conseguí contactar con él y me dijo que no quiso decirme nada para no hacerme daño. Lo que él no entendía es que el no decírmelo me hizo más daño de lo que él pensaba.
No contesté, no porque no quería, si no por el simple hecho de que no sabía que contestar. Hubo un rato de silencio hasta que yo dije:
-Gracias por venir, estoy mucho mejor.
-No estoy solo para hacerte cosquillas y darte besos.-Sonreímos.-También estoy para ayudarte en todo lo que me sea posible.
-¿Sabes? Le voy a decir a mi madre que tengo novio. Me da igual lo que me diga, te quiero y eso nadie podrá cambiarlo.
Nos miramos fijamente y entre una de esas miradas me besó. Quizá fue el mejor beso que me había dado, aunque todos son especiales, sinceros, se que los da con todo el amor que él puede ofrecerme.
-Yo te quiero mucho más.-Me dijo.
-Te confundes.
-¿Qué me confundo? Entones no me confundiré cuando...-Y me empezó a hacer cosquillas, tengo muchas, en todas partes, entonces no pude parar de reír.
-¡PARA! ¡POR FAVOR PARA, TE LO PIDO!-Gritaba mientras soltaba carcajadas que se oían en toda la casa.
-Está bien, paro. Pero debes darme un beso más antes de que me vaya.
-Eso sin pensarlo.-Y le besé, apasionadamente.-¿Ya te vas?
-Sí, mis padres van a hacer una cena familiar y va a venir toda mi familia entonces debo ir para ayudar, pero mañana nos vemos.
-¡Vale! Quizá mi madre quiera conocerte...
-Pues en ese caso vengo y conozco a tu madre.-Rió.-Y también a tu hermana, no nos olvidemos de ella.
-Exacto.-Me levanté para acompañarle hasta la puerta.
-Bueno, pues... adiós.
-Adiós feo.
-Adiós guapa. Te quiero.-Me dijo mientras me daba un beso en la mejilla. Yo sonreí y mientras él se alejaba yo cerraba la puerta.
A la media hora llegó mi madre con mi hermana.
-¿Dónde estabais?-La dije mientras daba un beso a Noah y después a ella.
-Hemos ido a ver a unos amigos de Noah y después a hacer la compra, siento no haberte avisado.
-No importa, he estado en casa toda la mañana.
-Oye, me han dicho que Ally y su familia se mudan, ¿es verdad?
-Pues... sí. Se mudan a Amsterdam.
-Vaya... Lo siento mucho cariño.
-Ya, bueno... Por cierto, tengo que contarte algo.
-Dime.
-Tengo novio, desde hace ocho meses. No te lo he querido contar porque me regañarías y me dirías la típica charla que siempre me has dado.
-Olivia, si me lo hubieras dicho no habría pasado nada, soy tu madre y tú ya tienes edad de tener novios. Me alegro de que hayas encontrado a alguien que te quiera y que tú le quieras a él.
-¡Gracias mamá! Te lo presentaré, te lo prometo.
-Oye, ¿y como se llama el afortunado?
-Ross, mamá, se llama Ross.
-Qué nombre tan... bonito.
-Bueno, voy a llamarle, ahora vuelvo.
Después de llamarle y de haberle dicho que mi madre quería conocerle fui a comer. Mi madre había preparado arroz y pollo, una especialidad de la familia.
-Está muy rico mamá.-Dije yo limpiándome las manos con una servilleta.
-¡Sí!-Contestó Noah con la boca llena.
-Noah, no se habla cuando tienes comida en la boca. Me alegro de que os guste. Esta noche prepararé una pizza, pero de las mías.
-¡Genial! ¡Pizza italiana para cenar, señores!-Grité mientras me subía a la silla.
-¡Olivia, baja de ahí!-Me regañó mi madre.
-Lo siento...-Dije mientras me reía al ver a mi hermana reírse también.
¡Hola! Aquí os traigo el Capítulo 3, siento haber tardado y también siento que no haya sido muy largo y entretenido, pero para tener el siguiente mejor, este tenía que ser así.
De todas formas espero que os haya gustado y lo hayáis disfrutado.
No dudéis en decirme en los comentarios vuestra opinión y en dejarme algún voto.
Gracias por leer esta novela, que la verdad, está teniendo bastante éxito. Chau.
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¿Y así es la vida?
Genç KurguElla era poesía. Sus versos rimaban entre mis labios cada día. Sus letras nadaban en mi mirada al verle. Pero ya no había tiempo para un rato. Sus metáforas, sus símiles, sus hipérboles; tanto era ella. A su lado yo era una triste sinfonía sin vida...