Estaba caminando por las frías calles de Minnesota, cuando me detuve al ver una figura tirada en la nieve. Me acerqué gracias a mi curiosidad, y me encontré con un pequeño gato color champagn. Tenía los ojos cerrados, y no sabía si estaba respirando, por lo cual lo tomé en mis brazos, y lo llevé a casa.
Estaba helado y tenía un escaso pulso. Me apresuré a ponerlo junto a la estufa para que se calentara.Lo dejé allí toda la noche esperando que mejorara.
Cuando desperté el sábado, y fui a la cocina, me encontré con un lindo gato de ojos celestes mirándome fijamente desde el sofá.
- Hola, amiguito. Soy Oliver. - ¿por qué le hablo a un gato? Será que me siento demasiado solo... - Veo que ya estás mejor... ¿Quieres algo de comer? - tomé su reacción como un sí, ya que saltó de donde estaba y comenzó a frotarse contra mis piernas.
Caminé hasta la alacena, de donde saqué atún y leche. Puse todo en unos tazones y se los dejé en el suelo.Él rápidamente corrió hacia ellos, y comenzó a comer.
Me senté en el sofá, aún con el pijama puesto, y prendí la televisión. Puse HBO y me quedé viendo "monsters university". Por alguna razón, siempre me quedo hipnotizado con esa película.
De repente, siento algo en mi regazo. Bajo la mirada, y ésta se encuentra con la del pequeño gato.
- ¿A ti también te gusta esta película, amiguito? - le pregunté, acariciando su suave cabeza. Él solo cerró los ojos ante mi tacto. Luego se recostó sobre mi y terminó por quedarse dormido.Cuando terminó la película, y no había nada interesante en la televisión, saqué al gato de encima mío y lo puse a un lado.
Me lo quedé mirando por un rato... Era tan pequeño.
Después me decidí por ir a cambiarme para salir un rato. Si me quedaría con el gato, tendría que comprar un par de cosas.
Estaba en ropa interior cuando sentí una mirada sobre mi... Me di la vuelta, y me encontré con el gato. Sonreí.
- ¿Qué tanto miras? - dije en broma, pero él dio la vuelta y se fue rápidamente del cuarto. Eso me dejó sorprendido, ya que parecía que hubiese entendido lo que le dije. Pero le quité importancia y continué con lo mío.Salí del cuarto y me senté junto al gato.
- Y dime... ¿Qué nombre te gusta? Porque tengo que ponerte uno si voy a adoptarte... Así que dime. - estoy loco... Le hablo a un gato - Tienes razón. Yo debo escogerlo. Entonces... ¿qué te parece... Yuki? - increíblemente, él negó con la cabeza. Yo lo observé con los ojos como platos, y pensé otro nombre - ¿Yoko? - volvió a negar - ¿Gunter? - esta vez negó con mas ímpetu. Me estaba quedando sin ideas, entonces él se bajó del sofá y me guió hasta mi computador.
No sé cómo, pero logró hacerme teclear el nombre "Kam".
- Te llamas... ¿Kam? - pregunté, tornando la mirada del computador al gato y viceversa. Aunque no lo crean, el gato asintió ante mi pregunta."Este gato no es normal" pensaba "hay algo en él".
- Esta bien... Kam. Iré por un par de cosas. Compórtate. En seguida regreso. - le dije al felino, antes de salir del apartamento.
Ya en la tienda de mascotas, tomé todo lo que un gato necesita, me dirigí a la caja y pagué. Salí de allí, y justo en la acera me encontré con ella.
- Hola, Oli. ¿Qué hacías allí dentro? ¿Compraste una mascota? - me preguntó Feith. Reí incomodo, ya que jamas habíamos tenido una buena relación. Ni amistosa, ni romántica.
- ... Hola, Feith. Eh, no. Me encontré a un gato y lo adopté. - respondí.
- Oh, que tierno. No creía que eras esa clase de persona. - ¿qué clase de persona creía que era? Mejor ni pregunto.
- Si... - silencio incómodo. Necesito salir de aquí... - Oh, espera un segundo. Me están llamando. - dije tomando mi celular del bolsillo.
- No está sonando. - dijo ella. Mierda.
- Esta... En vibrador. - me excusé - ¿Hola?... Ajá... Ajá... Bien... En seguida voy... Tranquilo. - "colgué" - debo irme. Es una emergencia. - le dije a Feith.
- ¿Quien era? - preguntó ella... Como siempre, arruinando todos mis planes.
- Era... Kam. - dije, recordando el nombre del gato.
- ¿Quién es Kam? - preguntó curiosa.
- Es... Es... Es... Mi gato, adiós. - dije rápidamente, antes de salir corriendo.Lástima que a media cuadra de la veterinaria resbalé gracias al hielo que se produjo por las bajas temperaturas de los últimos días, y de seguro tendré un gran hematoma más tarde, pero aún así logré levantarme y llegar al edificio donde se encuentra mi hogar.
Al fin a salvo, me detuve antes de abrir la puerta de mi apartamento. Suspiré de alivio, y puse la llave en la cerradura.
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Mi mascota (yaoi/gay)©
RomanceEncontrar un gato en la calle y adoptarlo, nada raro. La cosa se pone extraña cuando descubres que tu supuesto "gato", es un "chico-gato". Y resulta aún peor cuando caes en la cuenta de que estás enamorado de tu mascota. *** ADVERTENCIAS: - Esta e...