Ahí estaba yo, parado frente a ese lugar donde nunca antes me había atrevido a entrar... pensándolo bien, no me había llamado la atención indagar su contenido... y es que no era para menos lo que me ocurría, necesitaba algo más, de verdad que no me quejo del sexo, de hecho es bueno, pero llegó un momento en que solo se quedó ahí: Bueno.
Mi anhelo por sentir más me hizo adentrarme en aquel lugar con un letrero de luces neón que tenía unas letras que formaban las palabras "Sex Shop". Al entrar lo primero que vi fue unos maniquíes vestidos con lencería de encaje, al avanzar un poco más le continuaban los estantes con revistas y videos porno, mientras en la parte superior había una pantalla que exhibía uno de la colección, no me detuve mucho ahí. Caminé lentamente, quizás se notaba mi andar inseguro pero no me sentía muy cómodo.
Condones, si, de muchos tipos, yo mismo me sorprendí de la variedad que tiene el mercado: Fluorescentes, con olores, con sabores, algunos con pequeñas protuberancias para que te hagan sentir más, ultrarresistentes, individuales, paquetes de 3, paquetes de 5, innumerables marcas.
Me reí al ver muy al fondo la marca que yo uso y para no salir con las manos vacías cogí un par.
Una chica de cabellos negros con mechas rojas me miraba, vi que su rostro estaba lleno de piercings y unas expansiones en sus orejas. Sin saber como reaccionar le sonreí, después de eso, ella se levantó de su lugar y se acercó a mí. Nuevamente no supe como actuar y simplemente mis ojos se posaron en ella.
- ¿Es la primera vez que entra a una Sex shop? - Preguntó amablemente, su tono de voz era agradable y de inmediato me sentí con confianza.
- Así es. - Confesé. Una risilla tonta salió de mis labios por sentirme un novato. Realmente lo soy.
- Dígame, ¿que es lo que le atrae? Tenemos gran variedad de surtido, hay artículos para todo lo que pueda imaginar, desde lencería, condones, muñecos inflables, vibradores, dildos, accesorios para bondage, accesorios sadomasoquistas, anillos, bolas chinas, bolas expansivas, lectura erótica, revistas porno, videos. Lo que guste.
Mientras me decía el repertorio señalaba con su dedo índice de la mano derecha indicándome donde se encontraba cada cosa.
Me dio risa ya que lo más cercano que había comprado era lubricante y condones.
Entonces avancé, no sabía bien hacia donde ir, tantas cosas que aun yo no había practicado, entonces recordé una plática de hace tiempo que tuve con Milo y fue cuando decidí hacia donde debía dirigirme.Ahí estaba yo, parado frente a un maniquí que tenía exhibiendo unos amarres con cuerda de nylon, según dice la etiqueta. Lo revisé curioso y no pude evitar que mi cuerpo se erizara al imaginarme atado así.
Loco.
Me dije, pero seguí curioseando entre los artículos que ahí se exhibían. Vi unas esposas metálicas, parecidas a las que usan los policías, tomé el paquete, pero otras llamaron mi atención de inmediato abandonando las que ya tenía en las manos, eran unas que tenían gamuza y había de colores: rosa, azul, verde...
Tomé las de policía, pero era más brillante que la primera que había sujetado. Eran unas esposas Fetish metálicas de acero niquelado con dos llaves intercambiables. Al reverso decía "Para juegos de policías y prisioneros".
La chica pasó junto a mí y me proporcionó una canastilla adornada con el dibujo de unos senos muy redondos. La tomé y coloqué dentro los condones y las esposas.
Seguí con el siguiente estante y vi algo que me encantó desde el primer momento: Un látigo.Había tantos, y tan variados, de cuero, de varias puntas, largos, cortos, había paletas, había unas varas y en la parte de arriba decía Spanking. No pude evitarlo y por un momento quise tomar varios y meterlos a la canasta hasta que vi que quizás exageraba.
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SEXUAL GAME
FanfictionCamus decide experimentar con Milo ayudado por juguetitos. Al parecer se divierten mucho.