Dos corazones, un solo camino.

Capitulo 7

De pronto nos quedamos en un silencio incomodo, pero al pasar unos segundos, empezamos a acercarnos poco a poco muy lentamente sin decir ni una sola palabra, seguíamos acercandonos, hasta que nuestros labios se encontraron frente a frente rosandonse mutuamente y provocando lo que hoy llamamos un beso apasionado, sinceramente ha sido el mejor beso que he dado hasta ahora, fue perfecto, sentir sus labios junto a los míos es una sensación inexplicable, fue hermoso, la verdad tenía miedo de hecharlo a perder todo, pero se que tanto ella como yo lo disfrutamos mucho, antes no creía que una persona podía hacer sentir miles de sensaciones juntas con un solo beso, pero el día en el que la bese por primera vez supe que si se podía lograr.
Bueno en ese momento en el que nos encontrábamos besandonos me sentí súper feliz, luego del hermoso beso, volvimos al profundo silencio, pero no duro mucho porque de nuevo volvimos a besarnos, y esta vez con mucho más amor y pasión, en ese momento supe que ella era para mi, y también supe que en verdad yo si podía llegar a amar a y una persona con todo el corazón, ya que eso para mi era muy difícil de creer, y no lo digo por el hecho de que no pudiera conseguir novia porque he tenido novias, pero ninguna me ha hecho sentir un amor verdadero y fiel como el que ella me hizo sentir ese dia.
Después de besarnos tocaron el timbre para ir a clases debo admitir que no quería asistir a clases pero debía hacerlo, Dayanna y yo decidimos tener esa experiencia en secreto, no queríamos que nadie supiera sobre nuestro beso, ya que se lo podían contar a sus padres y no quería que ella tuviera problemas con ellos, ya que sus papás aun no la dejaban tener novio.
Al final la mamá de Dayanna se dio cuenta de nuestro beso, y se lo comento a su padre, pensé que la regañarian y le pegarian pero no fue así, pasaron los días y aún así no podía olvidar ese hermoso momento en el que aquel día nos besamos, pasaban los días y las semanas, y nos besabamos de vez en cuando por temor a que nos vieran, un día pensé que era hora de pedirle que fueramos novios, pero no me animaba ya que pensaba que me iba a rechazar, no por que no me amara sino por el hecho de sus padres, y así pasaron los meses, hasta el día que me animé.
Ese día me encontraba nervioso pero aun así decidí a preguntarle, porque como dice el dicho el que no arriesga no gana, sinceramente amo a esa chica con toda mi alma, con todo mi corazón...