What Makes You Beautiful

34 2 0
                                    

Hacía 5 minutos que habían tocado el timbre, iba a llegar tarde a Geografía. Dí la vuelta en una de las tantas esquinas del instituto.

-¡Hay!- exclamó ella, habíamos tropezado, levante la mirada y...¡Dios mío! Era la chica mas hermosa que hubiera visto antes.
-Lo siento.
-Eres un idiota, tiraste mis cosas ¡¿Por que demonios no te fijas?!
-Disculpa, no era mi intención.
-Vete al diablo- exclamó y levanto sus cosas, y sin dirijirme la mirada se marchó.

Jamás la había visto.

Me percaté que todos habían entrado ya a clases y yo era el único en el pasillo, corrí para llegar a mi clase. Después de disculparme y excusar mi retardo, tomé mi asiento y me dediqué a escuchar la clase.

(***)

Era el almuerzo. Estaba sentado con mi mejor amigo Charles, éramos de los primeros en llegar a la cafetería, tomamos la mesa del centro después de pagar nuestros alimentos. Gelatina, un emparedado de queso derretido, papas fritas y un jugo de piña era lo que habíamos elegido. Comenzamos a platicar de cosas sin importancia, una que otra vez soltábamos una carcajada. El comedor comenzó a llenarse. Dirigí mi mirada a la puerta de éste y la vi. Esta vez no estaba molesta, iba con otras chicas riendo. Volteó hacia mi dirección -demonios- alzó uno de sus brazos y lo sacudió en forma de saludo, sonrió y me derretí. Sonreí. Caminó junto con sus amigas donde yo estaba... Estaba seguro de que vendría conmigo, que idiota, no fue así, se siguió a la mesa donde estaban los jugadores de fútbol. Cuando la vi detenidamente pude notar que se ponía demasiado maquillaje, no debería ponerse mucho.

-Su nombre es Valery Liliana Cox Navarro, es hija de una de las familias más poderosas en este pequeño pueblo y muy popular, odia su primer nombre por lo cual le dicen Lí o Ana- lo volteé a ver extrañado, al parecer me le quedé viendo por un largo tiempo -Eres demasiado obvio, se nota que te gusta.
-¿Como sabes todo eso?- hice caso omiso a lo último
-Te dije, ella es bastante popular.
-Nunca supe de ella.
-Porque te la pasas metido en la biblioteca.
-¿Y tu no?
-Pero yo soy mas sociable que tú- rió.

(***)

Estaba en la última clase del día, era literatura.
-Muy bien, ahora se unirán en duetos... Y no, no es como ustedes quieran, yo asignaré las parejas- habló la maestra -los siguientes son... Thompson y Hernández. Jones y Lewis. Edwards y Pinock.- mencionó los primeros apellidos, dejé de escuchar por unos minutos hasta que oí mi apellido -Smith y Cox.
-Disculpe, ¿quien es Smith?- levantó la mano... Joder, mi pareja es ella.
-Joe, levanta la mano para que Valery te identifique.
-No me diga Valery, por favor.- levanté la mano y me di vuelta ya que ella se sentaba hasta el final del salón. Ella frunció el ceño y gruñó, susurró unas palabras y después habló -¿Me puede cambiar la pareja? No quiero a un torpe como compañero.
-Aquí la que decide los equipos soy yo, no usted, Valery, así que obedezca.
-Agh, que no me diga Valery.- gruñó -Vas a venir tú, yo no me pienso parar.- se dirigió a mi. Me levanté y agarré mis cosas para ir con ella. Las bancas eran una mesa para dos y por lo que noté ella siempre está sola en esa clase así que me senté en la banca vacía de al lado. El trabajo era un resumen del libro Hitler. Ella sacó un estuche de maquillaje y comenzó a retocarse.
-No deberías maquillarte tanto.
-Ese no es tu problema.
-¿Qué no ves lo hermosa que eres?- ella me volteo a ver sorprendida. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. ¿Qué dije?
-¿Qué?

(***)

-¿Qué harás hoy?- preguntó Charles mientras caminábamos a nuestras casas.
-Lo de siempre, estudiar.
-Vamos a una fiesta.
-Yo no soy de ese tipo de ambientes.
-Oh vamos, Joe, tienes 17 años y nunca has ido a una fiesta.
-No me importa.
-Anda vamos.
-¿Dónde va a ser?
-En la playa.
-Mi respuesta sigue siendo no.
-Lo estas considerando, anda, tenemos que ir.
-No.
-Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por....
-¡Ahhh! Cállate
-Solo si dices que sí.
-Pareces una chica.
-¿Eso es un sí?
-Lo que sea, esta bien.- recibí un golpe en mi brazo. -¿Qué fue eso?
-Te lo mereces por decirme chica.
-Eres un idiota.

(***)

No sabía que ponerme para la fiesta para no verme como un "nerd" , revisé mi armario y solo saqué un pantalón de mezclilla gris tornándose negro y una camisa blanca. Fui a buscar a mis padres para pedirles permiso para ir a la fiesta -sí, yo si pido permiso- encontré a mi mamá en la cocina.
-Mamá... Quería pedirte permiso para... Amm... Ir a una fiesta.
-¿Una fiesta? Eso es nuevo, eh estado esperando a que salgas a fiestas por mucho tiempo, puedes ir.
-¿Osea que te alegra que salga, me emborrache y me drogue con gente que no conozco?
-¡Sí! Sal y disfruta de tu adolescencia.- me sonrió.
Si, mi mamá se preocupa demasiado por mi -nótese el sarcasmo-.
-¿En donde será la fiesta?
-En la playa.
-¿Y que te vas a poner?
-Un pantalón de mezclilla y una camisa blanca.
-Dime que es una broma.
-No lo es.
-Enséñame ese conjunto.
Caminamos a mi cuarto y cuando vio lo que me pondría hizo una mueca de desagrado.
-No vas a salir vestido así.
Se dirigió a mi ropero y sacó unas bermudas negras con detalles azules, rojos y blancos y una camisa de tirantes blanca con un estampado de cráneo estilo mexicano ceñida al cuerpo.
-No tengo el cuerpo para lucir bien esa camisa.
-¿De qué hablas? Estas en forma.
-Doy vergüenza, tengo 17 años y mi madre me elije la ropa para una fiesta.
-Sí, la verdad das mucha vergüenza.
-Se nota que me amas.

(***)

Llegué a la fiesta y comencé a buscar a Charles con la mirada. Lo vi hablando con una chica, me acerqué y el se despidió de ella.
-Pensé que no vendrías- chocamos puños para después abrazarnos. -Ven, vamos por una cerveza.
-No, no tomo.
-Lo se.
Caminamos hasta la pequeña casa de madera donde habían personas dentro y fuera. De fondo estaba la canción de Titanium de David Guetta. Entramos a la cocina y Charles me dio una cerveza. Salí de la cocina. Estaba a unos metros de de llegar a la entrada cuando ella llegó. Como las veces anteriores, ella estaba usando mucho maquillaje. Me vio e hizo una cara de desagrado para después acercarse.
-¿Qué haces aquí?
-Vine a la fiesta.
-Eso ya lo noté.
-S...
-Lí- se oyó la voz de un hombre al fondo. Lí se puso roja y puso una sonrisa muy tonta cuando vio de frente al capitán del equipo de fútbol.
-Hola, Chris.
-Te ves bien, Lí.
-Ah, gracias Chris, tu más.
-Sí, ya lo se pequeña.- sonrió con prepotencia y Lí se encogió un poco. -Vale, adiós niña.
-Adiós
-Parece que eres tímida e insegura.
-¿Qué? No.
-¿Y qué fue eso?
-Yo sólo... No es tu problema. No soy insegura.
-Si no fueras insegura no usarías tanto maquillaje.
-Yo solo quiero ser bonita, ser el centro de atención y si el maquillaje es el atajo lo tomaré.
-Cada atajo tiene su trampas, Lí.
-Mi madre era muy popular y yo pienso ser como ella.
-Llamas la atención cuando atraviesas cada puerta.

Mixed EmotionsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora