Beckett
Estaba en mi casa, ni siquiera sabía cómo había llegado allí, estaba llorando, mucho, y estaba segura de que en todo el edificio se podían oír mis desgarradores gritos, estaba furiosa, no sabría decir si con Castle por no confiar en mí o conmigo misma por no haberle dicho la verdad, pero es que no podía. En ese momento sonó mi teléfono, corrí esperanzada pensando que era Castle, ni siquiera miré quien llamaba, contesté:
-Castle, no era lo que tú pensabas, por favor créeme - dije con voz llorosa.
-Beckett, - dijo una voz femenina que conocía muy bien - soy Lannie, te llamaba para...
No quise saber más y la colgué gritando otra vez de rabia, dolor, enfado, frustración e impotencia todo junto. Vi una foto de Castle y mía en la mesilla y pensé que quizás no todo estaba perdido, a quien quería engañar, no me lo creía ni yo pero necesitaba tranquilizarme, fui a la entrada a ver otra foto de Castle y mía pensando a que me consolaría pero al verla sentí todavía más rabia y le pegué un puñetazo al espejo, rompiéndolo y cortándome la mano y me senté llorando, en un momento dado alguien me agarró y al levantar la vista vi que era Lannie.
-¿Kate, qué te ha pasado?
-No puedo, no puedo vivir sin él, - dije cogiendo un trozo de espejo roto y acercándomelo a la muñeca - no merece la pena la vida sin él.
Cuando estaba a punto de hacer el deslizamiento sobre mi muñeca que pondría fin a mi vida ella me lo impidió quitándome el trozo de cristal y diciéndome algo que ni siquiera escuchaba, sólo me acurruqué llorando en posición fetal.
Castle
Estaba a punto de soltarme del puente, unos instantes más y mis penas se acabarían.
- No lo hagas tío - dijo Ryan, cuya voz reconocí.
- Te queda mucho por vivir hermano - dijo Espósito cuya voz también reconocí.
No tenía ganas de luchar ni por no tener que luchar así que cedí y volví al lado seguro del puente con lágrimas en los ojos.
