Capitulo 7

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Capitulo 07

Llorar en una taquilla de baño no es la mejor idea pero situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. El baño de damas era el único lugar al que nadie iría a molestarme. Quizás sentirían mis sollozos pero no se atreverían a hablarle a alguien en un baño.

Sabía que si iba a mi habitación mis padres me buscarían, igual que si hubiese ido a cualquier otro lugar. El baño, aunque no lo crean, era el único lugar a donde mis padres no se atreverían a entrar. Es un baño, dentro de todo, público y ellos odian todo lo que es público. Absolutamente todo. No me sorprendería saber que mis padres nunca han ido a un McDonalds o a un Starbucks.

El sonido de la puerta de entrada me hizo dejar de sollozar por algunos minutos. Era difícil, no digo lo contrario, poder callar las lágrimas cuando tus ojos son como dos cataratas es completamente difícil.

-¿Destiny? -su voz llegó a mis oídos e, inmediatamente, me estremecí.

Tapé mi boca con mis manos para evitar que algún tipo de sonido saliera de mis labios. No quería hablar con él y mucho menos en un baño de damas. ¿Acaso no era ilegal que un hombre entre a un baño para mujeres?

-Si no sales en los próximos diez segundos abriré cada puerta de este horroroso baño.

Blanqueé los ojos pero aún así, me puse de pie. Alisé mi ropa con las manos y antes de poder siquiera tocar la puerta sentí como la taquilla de al lado era abierta de una patada.

-¡Oye, oye, oye! -exclamé saliendo de mi escondite.

Sus ojos se posaron en mí y una sonrisa lobuna curvó sus labios. Crucé mis brazos a la altura del pecho y le dediqué mi mejor mirada de pocos amigos.

-Te ves terrible -rió.

-Eres un idiota -dije con dureza.

Caminé hacia el lavabo ignorando sus risas e intentando no ver mi rostro en el espejo. Abrí el grifo del agua fría y acuné el agua en mis manos para luego llevarla hacia mi rostro. Hice lo mismo dos, tres, cuatro, cinco veces hasta que el ardor de mis ojos disminuyó. Tomé un par de toallas de papel y sequé mi rostro con él.

-Ven aquí -dijo Justin jalando de mi brazo.

Me detuvo a unos centímetros de su rostro y lenta y cuidadosamente quitó los pedacitos de papel que habían quedado pegados en mis mejillas y frente. Sacó un pañuelo de tela de su bolsillo y luego lo pasó por mi rostro.

-¿Por qué? -susurré sintiendo como las lágrimas comenzaban a formarse nuevamente en mi rostro.

-¿Por qué, qué? -preguntó sin despegar la vista de mi manchada cara.

-Porque solo me molestas a mí.

Una pequeña carcajada escapó de sus labios pero inmediatamente se puso serio. Continuó limpiando mi rostro hasta que no quedó ningún rastro de maquillaje en él.

-No sabía que te estaba molestando -admitió acercándose al lavabo.

-¡Oh! Lo haces, y mucho -exclamé acercándome a él.

-Lo siento -se encogió de hombros- es mi trabajo intentar saber la verdadera historia que se esconde detrás de cada muchacha. Tú eres la única que me ha dado batalla hasta ahora -confesó sonriendo ampliamente-. La mayoría mueren por este rostro.

-Eres un narcisista -reí.

-Pero es cierto -rió- creo que por eso me contrataron. Ninguna dura más de dos sesiones sin decirme la verdad. Algunas por el simple hecho de querer irse, otras porque me aman.

Me subí al lavabo, para poder mirarlo desde arriba y no sentirme como una niña. ¿Tonto? No se imaginan cuanto, pero de alguna forma ayuda.

-Yo no me enamoraré de ti -comenté después de unos segundos de silencio.

-Ya vamos a ver -me guiñó un ojo y luego se retiró del baño dejándome con la palabra en la boca.

-¡No lo haré! -grité aunque estaba segura de que no me oiría.

Me quedé en silencio unos minutos, con los pies colgando del mármol pensando en sus palabras. Él era lindo y sexy, eso era cierto, y se había comportando dentro de todo muy tierno conmigo. Pero yo necesitaba más que eso para enamorarme de alguien. Estaba segura de ello, yo no me enamoraría de Justin Bieber. No lo haría.

Say No More |Justin Bieber| |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora