La decisión de Rosalina

Has vendido...

Al día siguiente, Rosalina estaba de mucho mejor humor. Ni las travesuras de sus estrellas la hicieron cambiar de humor... Sus estrellas se preguntaban que pasaba, hasta que la chica cambió su humor alegre al encender su computador esa misma tarde.

-Has vendido... ¿¡Qué?!-Exclamó Rosalina.

Las estrellas escuchaban atentamente desde detrás de la pared, hasta que Nebulosa comenzó a reir.

-¡Cómo que vendí 300 estrellas a Nebulosa!-Gritaba la muchacha sin entender lo que sucedía.

Nebulosa estaba huyendo sigilosamente, hasta que la princesa giró su cabeza, encontrando a la estrella mirandola con temor y burla al mismo tiempo.

-Emmm... ¿Hola?-Dijo la glotona estrella comiendo un trocito de Destello.

-TÚ...TÚ estúpida estrella... ¿¡¿¡Me has comprado 300 estrellas?!?!

-Jejejeje, supongo que sí...

-¿¡Y con qué dinero?!

-Con el....el....t-t-tu-y-y-yo-Dijo la estrella temblando.

-¿¡Qu...?!-Dijo la joven, siendo interrumpida por la estrella.

-Pero no ganas ni pierdes nada.-Murmuró la estrella intentando sonar convincente.

Rosalina apagó el computador bruscamente, para luego correr furiosa a su habitación. Las estrellas se reian por lo bajo, mientras Nebulosa pensaba por qué ella terminaba "pagando por lo platos rotos".

Mientras, en algún lugar del Espacio exterior, un joven llamado Mario, se encontraba salvando una 'Maxi-estrella', mientras pensaba en lo alegre que se pondría Rosalina al ver a la estrella, pero claramente, no sabía por lo que Rosalina estaba pasando.

Hasta que una estresada Rosalina decidió llamar a Mario en busca de ayuda...

-Hola Mario-Dijo Rosalina, sin haber oído que el teléfono estaba sonando previamente.

-Hola Srta. Rosalina, le tenemos excelentes noticias...-Dijo la voz, la cual no era de Mario.

-Primero, ¿Quien es usted? Segundo, ¿Cual sería esa noticia?-Dijo una confundida princesa.

-Soy el director de la creación de Mario Galaxy, y con respuesta a su segunda pregunta, habrá una nueva edición de Mario Galaxy.

Era como si le acabaran de tirar un balde de agua fria a Rosalina, eso era lo que menos queria, pasar otro rato con sus estrellas...

Cortó el telefono, gruñendo como un oso. Tenia que conseguir alguna forma para deshacerce de sus estrellas, si no, seria demasiado tarde... Ya estaria grabando escenas para Mario Galaxy junto a sus estrellas, fingiendo quererlas y cuidarlas... Y eso, era lo que la chica menos esperaba en este momento.

Estaba sumida en sus pensamientos, hasta que el timbre del planetario sonó...Era Mario quien venia a decirle que habia encontrado una nueva 'maxi-estrella'.

-Hola Mario

-Hola Rosalina, te tengo excelentes noticias...-Dijo él, creyendo que su noticia aliviaria a la princesa.-Se ha encontrado una nueva 'maxi-estrella'.

-¡Vete! ¡No me la traigas!-Chilló la joven en respuesta a la noticia.

-Pero...¡Tú las quieres!-dijo Mario-Y mucho-agregó para finalizar.

-Callate, cambiarias de opinión si vivieras con ellas.

-...

Mario se calló, la verdad, él no sabía el caos que podian causar estas estrellas... Bueno, hasta que salió por la puerta...

Golpeó la puerta enojado y comenzó a caminar a su casa. Pero apenas salió de la casa de Rosalina, las estrellas le comenzaron a lanzar pimienta, hasta que despues, llegó Nebulosa con una cámara, para luego hacer una extraña señal... Un balde de agua fría y hielo, le cayó sobre su cabeza... La estrella terminó de grabar y gritó:

¡El ice bucket challenge atrasado sorpresa de Mario!

Mario huyó en cuanto pudo, pero notó que la salida estaba rodeada de estrellas, por lo que no pudo irse a su casa...Tuvo que dormir en el puso fuera de la casa de Rosalina, mojado, mientras goteaba y tiritaba de frio.

Finalmente, había entendido el caos que podían generar unas simples y "adorables" estrellas.