Un hermosos pueblo entre el bosque siendo iluminado por el sol, la población de aquel lugar charlaba amistosamente entre sí. Observo todo detenidamente, parecía tan irreal: los grandes árboles que tocaban las nubes, la magnífica estructura de las casas que parecían de piedra preciosa con tejados cafés, el pasto verde adornado de los diferentes colores y tipos de flores, todo acompañando de la dulce melodía de las aves.
— Danielle.
Dejo de fijarme en la naturaleza para ahora ver a quien menciono mi nombre, pero no logro reconocer ninguna cara entre la población, y al parecer ellos ni siquiera han notado mi presencia. Vuelvo a escuchar mi nombre, pero esta vez encuentro al responsable: un chico del cual no logro distinguir su rostro, solo sé que su cabello es castaño.
El castaño me da la espalda y comienza a correr en dirección al bosque. No lo pienso y voy detrás de él.
— ¡Hey, espera! — grito sin detenerme, pero él me ignora y continúa con su acción.
Nos adentramos al bosque, donde con cada paso que doy va oscureciendo.
Las ramas de los árboles rasguñan mis desnudos brazos, pero eso por alguna extraña razón no me importaba, solo quería alcanzarlo a él. Mi cerebro dice que me detenga que terminaré lastimada y quizás tenga razón pero esta vez lo ignoro para seguir el deseo de mi corazón: seguirlo.
Por fin se ha detenido, solo puedo ver su espalda pero sé que está mirando el cielo que ahora está totalmente oscuro con estrellas brillando en su totalidad.
Con la respiración agitada me detengo y sin esperar más me acerco, ahora caminando con una sonrisa en mis labios, no hubo necesidad de hacer ruido, él sabía que yo estaba ahí y yo sabía que él estaba sonriendo aunque no viera su rostro...
›››››
La alarma del celular, fue lo primero que escuche al abrir los ojos de manera repentina. Tallo mis ojos y al mismo tiempo suelto un gran bostezo teniendo en mente aquel sueño, me levanto con los ojos aun cerrados para meterme a la ducha.
Aquel sueño sin sentido ya era tan común para mí, así como era tan extraño que me despertará en la misma escena. Las primeras veces me despertaba sobresaltada para mirar a mi alrededor en busca del "chico sin rostro" como decidí llamarlo, aunque ahora ya me había acostumbrado. Lo que más me extrañaba de aquello era la realidad con la que se sentía.
Esa era mi rutina diaria: despertar con el fresco recuerdo de mis sueños, después tomar una rápida ducha que me despierta por completo para luego elegir una vestimenta adecuada y al último tomar mi mochila para salir a la escuela; y si me daba tiempo tomar un desayuno que por lo normal siempre lo tomaba.
Y así fue esta mañana siguiendo cada paso de mi determinada rutina.
Observo por la ventana el clima, parece que hoy seria un día agradable en compañía del brillante sol. Por aquello decido amarrar mi cabello y solo llevar una sudadera ligera del mismo color que mi playera, gris. Así, estando lista colgué mi mochila en mis hombros y salí para emprender mi camino hacia el instituto.
La escuela no quedaba tan lejos de mi vivienda, así que siempre iba caminando y algunas veces caminaba en compañía de un chico. Como cada día ya esperaba encontrarlo un poco más adelante.
Sigo caminando y una cuadra más adelante, como deduje, encuentro a un castaño y al verme me dedica una agradable sonrisa.
—Hola Dani. — saluda con su característica sonrisa cuando me detengo a su lado, ambos esperando a que el semáforo nos dé el paso.
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Detras de su corazón
RomanceElla es una chica seria con un dolor en el corazón que no le permite seguir con su vida normal. Él un chico inteligente y callado pero dentro de si, tiene lo que nadie ha revelado. ¿Podrán enamorarse de sus misterios ? Portada @PatyPaidy