Capítulo Uno

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Solange mira desde la terraza de su boogalo la vista majestuosa que se extiende frente a ella. Un mar color esmeralda y palmeras en la orilla de arena blanca. Parecía un paraíso.

-Con razón la gente no quiere volver a su ciudad de origen cuando pasan tan solo unos minutos aquí. Es maravilloso escuchar el sonido del mar en vez del sonido de bocinas de coches y gente gritando por las calles. El olor es increíble, todo mar y bloqueador solar. Ojalá nunca tuviera que irme.... Y no tendré que hacerlo nunca - se dice a sí misma con regocijo mientras se tira a la cama mullida de dos plazas que estan en medio de su habitación.

Había esperado con mucha paciencia este día. El día en que su padre se diera cuenta que ella era tan capaz de llevar la dirección del resort, como cualquier hombre, incluso mejor que su hijo adorado, que ya había emprendido esa misión y había fracasado hace algunos meses.

El camino había sido duro. Su padre, Leonidas Estupiñan, era un hombre chapado a la antigua, que si bien la dejó estudiar lo que ella quería, nunca escondió su poco interés en que se destacará en la universidad, para llegar a ocupar su puesto dentro de la empresa familiar algún día. Para eso ya tenía un hijo que dejo a cargo de la empresa hace casi un año. Él prefería que Solange se prepara para ser algún día la esposa complaciente de alguno de los hijos de sus socios, y así llegar a formar el imperio hotelero más grande.

Claro que, ninguno de sus esfuerzos por convencer a Solange de que ir a la peluquería en vez de la biblioteca serían más fructíferas, funcionó. Y luego del fracaso, más que vergonzoso de su hijo menor, no le quedo otra que confiar que su hija pudiera tomar el control del Resort ahora que él estaba retirado.

Aun no podía creer que lo había logrado. Tantas horas de estudio y de no dormir habían valido la pena y por fin podia recoger los frutos de tan arduo trabajo.

Haré que papá se trague todas sus palabras. Y que el inútil de mi hermano se arrepienta de haberme amenazado.

-Muy bien, Solange. Pero ahora no te duermas en lo laureles. Debemos ser inteligentes y trabajar más fuerte que nunca para lograr que este maravilloso lugar se transforme en el numero uno de los sitios visitados por los turistas.- Mientras se decia esto se dirigía al baño para darse una ducha que le quitara el Jet lag que habia acumulado por su viaje desde España hasta la maravillosa playa de Varadero.

-Por dios, que calor hace aquí. Por suerte cada uno de los boogalos posee su propio aire acondicionado, sino terminaría derretida.

El día era soleado, con un temperatura que oscilaba entre los 29 y 30 grados centígrados, pero la humedad hacia que la sensación térmica subiera hasta parecer que te estabas ahogando con el aire.
Por esto todo el recinto esta equipado con sistemas de ventilación, tanto los boogalos, como el complejo hotelero y las mútiples habitaciones que servían para la entrega del almuerzo o en las que se hacían actividades.

Estaba saliendo de la ducha más que refrescante, cuando siente que tocan la puerta del boogalo.

-Ya va! Estoy saliendo de la ducha.- se pone una bata y va abrir la puerta donde esta Laura, una de las empleadas del Resort que la había recibido en la recepción apenas había bajado del taxi esta misma mañana.

-Perdone Señorita Solange, su padre le dejo un mensaje en recepción y me dijo que era muy importante que lo llamara apenas lo viera. Pero como no ha bajado, no he podido dárselo, por eso he venido a entregárselo personalmente.

-Muchas gracias Laura, apenas tenga un tiempo lo llamo. - dijo Solange mientras recibía el papel donde Laura había escrito el mensaje de su padre. Lo llamaría en la noche. Ningún comentario despectivo de su padre la alejaría de conocer este Resort en profundidad.

Resort of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora