Pilar había tenido un mal día así que hizo lo que hacía siempre, entró en la galería y se sentó en su banco de siempre, sacó sus auriculares y su teléfono, puso "play" a su lista de canciones y se metió allí dentro mientras observaba la gente ir y venir.
Rubén había tenido un día corriente, clientes aquí, clientes allá. Hizo lo de siempre, sacó su anotador, se sentó en su escritorio, agarró un bolígrafo y la miró.
Él estaba fascinado. Su pelo, su sonrisa, sus ojos, su cuerpo, esa tranquilidad y paz que traía con ella, ella en general. De vez en cuando compartían miradas, se tiraban sonrisas o simples saludos con la mano. Simples gestos que a Pilar le parecían tiernos, extraños, irrelevantes, mientras que a Rubén, lo volvían loco, completamente loco.
Los días pasaban y todo seguía igual. La chica seguía yendo a la galería, a su banco de siempre. El chico seguía trabajando en la tienda de cómics, en su escritorio. Ella escuchaba música y miraba al chico, de una manera más detenida y con atención. Él no aguantaba más, estaba harto de no poder hablarle, de no poder ir y abrazarla cada vez que lloraba o estaba triste, escribir en un diario cuanto la quería no era suficiente, quería hablarle.
Y así fue como un día Rubén se armó de valor, salió de la tienda de cómics, colocó el cartel en la puerta de "cerrado", se acercó a la chica, se sentó a la lado de ella, le agarró la mano y le dijo la simple palabra "hola" con sus mejillas ardiendo, sus manos temblando y una sonrisa tímida y tierna.
Pilar se asustó, luego al ver que era él, sonrío. Le correspondió el saludo, se sacó sus auriculares y se quedó atontada mirándolo. Era atractivo para ella, ella lo conocía como no, era el chico de los cómics. Pero igualmente, la tomó por sorpresa.
Habían pasado aproximadamente 2 minutos desde que Rubén y Pilar se habían saludado y ambos seguían sin decir nada, solo se miraban. Se analizaban con la mirada, se relajaban perdiéndose en los ojos de cada uno, se entendían entre ellos.
Rubén rompió el silencio. Le dijo a la chica que debía buscar algo muy importante, ya volvía. Ella esperó. Él entro en la tienda de cómics, abrió su cajón, saco su libreta y salió para afuera con la chica de nuevo.
Rubén se armó de valor, caminó hacia ella, le tomó la mano y la hizo levantarse del banco.
Pilar estaba confundida, ¿Qué era esto? Lo miró al chico y cuando estaba a punto de decirle que ya era tarde y debía irse él dijo algo que la dejo helada.
-Mira, puede que quede como un total idiota haciendo esto ya que es algo realmente cursi y estúpido- Río nervioso y siguió- Pues vale, desde que empezaste a frecuentar la galería no he dejado de mirarte y lo sé suena estúpido pero me has encantado desde el primer momento en que te vi. Cada vez que te sentabas en tu banco y te colocabas tus cascos, dios, quería ir y hablarte pero claro soy gilipollas y cobarde y pues lo que hice es algo patético. Verás en esta libreta, escribí siempre de ti. Desde como venías vestida hasta tus expresiones faciales. Me encanta verte cada día, como te relajas, como te pones a pensar, como me sonríes, todo. Y bueno pues, quiero regalarte mi libreta. Comprendo si crees que soy un demente y no quieres hablarme nunca más en tu vida ni verme ni nada pero quiero que la tengas así cuando te sientes mal la lees. Lees las cosas lindas que he escrito de ti cada lindo día.
Rubén se sintió aliviado, algo ridículo, feliz.
Pilar no sabía que decir. Estaba sorprendida, halagada y algo confundida. No podía articular ninguna palabra, estaba estupefacta. Cómo es que nunca se dio cuenta? Lo veía siempre frente a ella y no reaccionaba.
-L La verdad no sé que decir- se rio nerviosa- no es para nada tonto créeme, es algo tierno, raro pero tierno- Sonrío y le dio un beso en la mejilla. –Me encantaría quedarme pero tengo examen mañana y pues ya es tarde, pero podemos vernos mañana aquí?
Rubén contesto con un simple claro y una sonrisa. Se despidieron y Rubén volvió a su negocio. Estaba más que feliz, estaba viviendo uno de los mejores momentos de su vida. Claro que le daba vergüenza que la chica leyera las notas que él escribió pero que mas da, dicen que el que no arriesga no gana, el se arriesgó verdad?
Y pensar que él odiaba esa galería, pensar que él había pensado que su trabajo era pura basura, pensar que él odiaba ser cursi y enamorarse, pensar que por trabajar en esa galería conoció a una chica que lo vuelve más que loco.
¿Qué pasará con el anotador de Rubén? Nadie sabe, pero una cosa es segura, Pilar no podía pasar un día más sin ver a ese chico de ojos café con verde y ese pelo alborotado, a ese chico llamado Rubén.
BUEEEEENo no me pregunten que mierda es esto jeje bc no sé. Me inspiré el otro día porque estaba volviendo de la school y siempre para acortar camino me meto en una galería así con locales y eso y había un chico sentado ahi en un banco q estaba increíble o sea papito TOY FLOJA DE BOMBACHHAAAaaa bueno y en fin no sé me imaginé esto q esta acá ahre es re corto ya se jajaj
Lo que seguro haga es hacer una "novela" con cada notita de rubén onda no va a ser una de cada día pero mas o menos para q se vea cuanto la quiere y como la veía y bla bla bla
Yyyyyyyy seguro quizá subo un epilogo de esto o sea de cómo termino todo después de q pili leyó las notitas y esop así q nada voy a escribir mas de estas cositas así re cortas bc me encantaNNNN y mas si son con rubÉn
Bueno lxs amo bai
Pd me llamo pilar xdxd lol imaginen el nombre q quieran si quieren no puse rayita porque odio a rayita q decirles
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Gallery |r.d one shot|
FanfictionElla pasaba todos los días alrededor de las 6 de la tarde, le gustaba caminar por allí apenas salía del instituto, la relajaba. Él, la veía desde su escritorio todos los días alrededor de las 6 de la tarde, odiaba la galería, pero cuando ella pasaba...