Akira era un niño auto suficiente, decidía que quería comer, cual ropa prefería, los programas de televisión que lo divertían, su animal favorito, etc. Sus padres estaban orgullosos de tener un hijo tan especial y sobresaliente, cosa que después se les saldría de las manos.
Ese niño tenía en claro el querer ser futbolista y vale que muchos niños tenían el mismo sueño, pero con los antecedentes de Akira y su orgullo, pasaba la mayoría del tiempo en la cancha y dando de baja algunas materias que no creía importantes. Sus papás intentaron impedirlo pero terminaron accediendo, ya que su hijo los había podido convencer de que valdría la pena. Así fue como se eliminaron materias sobre artes en su horario, dibujo, pintura, artes plásticas y música.
Empleaba todo ese tiempo para inscribirse en todos los entrenamientos de los diferentes grupos. Desde los de su edad hasta los que estaban a punto de salir del instituto, por supuesto haciéndole el feo a los menores. Sin embargo no se sentía satisfecho así que sus papás le pagaban un entrenamiento privado de dos horas. Se convirtió rápidamente en alguien a quien todos admiraban por su determinación y su entrega, también porque jugaba increíblemente bien para su edad.
Un día el pequeño se dio cuenta de un niño que nunca había visto en el entrenamiento independiente del instituto, alguien que sobresaltaba del resto por una razón desconocida. Lo vio rodeado de otros niños, era más alto que quienes lo rodeaban, su cara estaba roja como tomate, su cabello castaño cubría la cara al tener la cabeza baja. El niño nuevo levanto la cara entre cerrando los ojos con rabia, mientras Akira se quedó impactado con esos los ojos color miel, no le dio tiempo para reaccionar en como el pequeño se lanzaba sobre uno de ellos y comenzaba a golpearlo con tanta fuerza que no sería que fuera posible para alguien de su edad. Quienes lo rodeaban se fueron corriendo.
Por unos momentos no pudo salir del shock, nunca había visto a un niño tan fuerte. Terminó por acercarse a ellos intentando controlar al niño más alto y bastó con amenazar al otro para que se fuera corriendo, puede que lo hiciera porque Akira imponía respeto o porque tenía miedo del otro niño.
Era extraño que a pesar de que el alto niño no tenía ni un rasguño Akira se había preocupado por defenderle.
-Deberíamos ir a que te limpies la cara –Dijo Akira con ese tono imponente
-humm- se encogió de hombros y se fue caminando solo, con el otro tras de él -no necesito que me acompañes –dijo hablando sin voltear a verle
-¿Podrías contarme de dónde vienes y porqué rayos golpeaste a ese niño?
-¿Y tú porqué hablas como adulto? –habló con sincera curiosidad y deteniendo por un momento sus pasos, viendo a Akira desconcertado –Me decía que parezco niña y todos lo repetían. Cada vez que pasa algo así mi madre y mis hermanas me cambian de escuela, no quiero que lo hagan –de pronto pareció sentimental
- Oh bueno - ¿Qué podría decirle? ni él se había preguntado algo así –Talvez... no deberías contarles que esto pasó
-Sí debo lavarme la cara
Fueron directo a los baños y mientras el niño se enjuagaba la cara Akira se preguntaba como es que ese niño podía hacer como que nada pasaba, hace unos minutos parecía que se rompería a llorar y ahora tenía una indiferencia total al haber dejado así a su compañero de entrenamiento y de haber insultado a Akira diciendo que hablaba como adulto ¿y si fue insulto?.
Volvió a la tierra para ver como el niño salía corriendo del baño
-¿Pero qué haces?
-Una de mis hermanas viene por mí
-¿Y cómo te llamas?
-Es verdad ¿tú cómo te llamas? –De nuevo ese comportamiento raro, pensó
-Akira
-Hum– Se encogió de hombros y volvió a hacer ademanes de irse
–¿Olvidas que yo también te lo pregunté?
-Humm –Con ese ruidito extraño y sin importarle se fue dirigiéndose a la salida de la cancha de futbol
Akira corrió tras él y cuando lo vio estaba tomando la mano de una chica más grande, de cabello castaño y ojos de color miel como los del niño
-Ahí está Oniichan, te dije que no era mentira. Se llama Akira y es mi amigo
¿Su amigo? Pero que niño tan raro.
Y así sucedió el día que posteriormente hizo todo lo posible para recordar el día, el mes al menos. Sin embargo el joven Akira, para entonces, ignoraba los importantes acontecimientos que detonarían ese día con esa fecha desconocida.
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El recuerdo
FanfictionEllos tienen un pasado del que es preferible no hablar, no les conviene a ninguno de los dos. Para el reencuentro les esperan muchas cosas en el presente. Ambos se convirtieron en todo lo contrario a lo que eran. Dos personas que se reencuentran so...